Mansedumbre (ser Amable) (El Tesoro Diario del Creyente)

Mansedumbre (ser amable).

Yo, pues, prisionero del Señor, les ruego que ustedes vivan de una manera digna de la vocación con que han sido llamados.  Que vivan con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándose unos a otros en amor
(Efesios 4:1-2)

La mansedumbre (o como algunas versiones traducen “ser amable”) es la fuerza bajo control, parte del fruto del Espíritu (Gálatas 5:23), que permite a alguien para poner la voluntad de Dios y el bien de los demás antes de los “derechos” personales.

El Tema de Abril:  Los Deberes Personales del Creyente
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