Atributos de Dios: Paz
NBLA Biblia de Estudio MacArthur |
Y que el mismo Dios de paz los santifique por completo; y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
(1Tesalonicenses 5:23)
El Dios de Paz – ¡qué hermoso título! En la Biblia, Dios es, de verdad, un Dios de paz…
- El Dios de paz que resucitó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor (Hebreos 13:20)
- El Rey de Paz (Jesús, el sacerdote como Melquisedec) (Hebreos 7:2)
- El Señor de Paz (2Tesalonicenses 3:16)
- El Príncipe de Paz (Isaías 9:6)
Vivimos en un mundo sin paz. Hay guerras entre las naciones, corrupción en los gobiernos, el crimen en las calles, y las luchas en nuestros propios hogares. Si hay paz, que parece ser temporal, pero más a menudo no es real.
Sí, tenemos esperanza de paz en el futuro. Pero necesitamos algo más – paz de corazón en estos momentos.
La paz verdadera y permanente viene de Dios, porque la paz es parte de su naturaleza eterna.
Él estaba pidiendo por orden en los servicios de la iglesia, Pablo dijo: Dios no es Dios de confusión, sino de paz… (1Corintios 14:33)
Unos pocos versículos antes del versículo que citamos en primer lugar, Pablo dijo a los creyentes de Tesalónica: Vivan en paz los unos con los otros. (1Tesalonicenses 5:13)
Como cristianos, poco a poco el Espíritu va a compartir este atributo con nosotros, a la paz se convierta en una forma de vida (Gálatas 5:22,23).
Dios quiere paz en su pueblo. No tenemos paz perfecta, pero queremos vivir en paz más y más.
Pero todo eso viene siempre de Dios.
Primero, tenemos que tener paz con Dios.
Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
(Romanos 5:1-2)
La persona que tiene paz con Dios vive en el Espíritu – una manera de vivir que es vida y paz (Romanos 8:6).
Jesús nos dejó el Espíritu. Los creyentes tienen una paz del corazón que viene de él. No viene de las circunstancias. No viene de dinero o un trabajo mejor. No viene de nuestra familia. No viene de cualquier cosa en este mundo. Pero podemos tener esta paz mientras todavía vivimos aquí.
Las palabras de Cristo:
“La paz les dejo, Mi paz les doy; no se la doy a ustedes como el mundo la da. No se turbe su corazón ni tenga miedo.
(Juan 14:27)
¿Está buscando la paz? Lo encontrará en Cristo.
gilberto rafael requena cordero
9 febrero, 2017 @ 4:37 pm
Gloria al Señor Dios, que la paz verdadera que viene de Dios, la recibimos por medio del señor Jesucristo.