El capítulo cuatro del Evangelio de Juan encuentra a Jesús ocupado haciendo discípulos en Judea, Galilea y Samaria. Aquí, Jesús nos da una maravillosa enseñanza sobre cómo debemos servir a Dios nosotros mismos.
Jesús y sus discípulos están trabajando juntos para llevar el evangelio a la gente. Aprendemos que los discípulos ayudaron a Jesús bautizando a la gente (Juan 4:2). Los discípulos también sirvieron obteniendo comida durante sus viajes (Juan 4:8). Sin duda, esta ayuda práctica liberó a Jesús para enseñar.
Pero este capítulo también presenta un contraste entre Jesús y sus discípulos. Es obvio que Jesús tenía una perspectiva mucho más amplia y de más largo plazo que la de los discípulos.
Probablemente con cansancio y sed después de horas de viaje, Jesús pidió de beber a la mujer samaritana (Juan 4:7). ¿Finalmente tomó un trago de agua? No lo sabemos, porque Él dio prioridad a hablar con ella sobre su necesidad del Mesías.
Cuando los discípulos regresaron del pueblo con comida, esto es lo que leemos:
En esto llegaron Sus discípulos y se admiraron de que hablara con una mujer, pero ninguno le preguntó: «¿Qué tratas de averiguar?» o: «¿Por qué hablas con ella?».
Ah, sí, ¿qué estás tratando de descubrir? ¿Qué buscas? Los discípulos se sorprendieron al verlo hablando con una mujer, y de hecho, una samaritana no judía.
Pero Jesús le había dado la respuesta a la mujer, usando la misma palabra para “buscar”:
Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que lo adoren.
Me imagino a Jesús sonriendo, mirando a la gente que empezaba a salir del pueblo para ver a este Hombre del que les había hablado la mujer. Estaba emocionado, tal vez demasiado emocionado para comer, disfrutando la obra de Su Padre de encontrar verdaderos adoradores.
Jesús les dijo: «Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo Su obra. ¿No dicen ustedes: “Todavía faltan cuatro meses, y después viene la siega”? Pero Yo les digo: alcen sus ojos y vean los campos que ya están blancos para la siega…
Ninguno de nosotros va solo al trabajo (1Corintios 3:6). Robert Cottrill señala que esta verdad debería suscitar tres respuestas:
Humildad: Nos necesitamos el uno al otro. Somos parte de un equipo.
Ánimo: No tenemos que hacerlo todo. Otros se sumarán a lo que hemos hecho.
Alabanza: Es Dios quien obra a través de nosotros y de los demás para atraer a otros hacia Él.
Los discípulos cambiaron sus planes. En lugar de terminar su viaje de inmediato, se quedaron dos días con los nuevos creyentes (Juan 4:40).
¡En este capítulo vemos el ministerio del Señor produciendo frutos! Los samaritanos fueron atraídos por un testimonio personal, pero transformados por la Palabra de Jesús (Juan 40:42). El oficial del rey, acudiendo a Jesús en su desesperada necesidad, finalmente creyó la Palabra de Jesús sin ver nada personalmente: ¡fe! (Juan 4:50)
Su Palabra es poderosa. ¿Estamos dispuestos a cambiar nuestros planes para disfrutar la obra de Dios en el mundo? ¿Estamos dispuestos a apartar la vista de nuestra próxima comida, mirar hacia arriba y ver la cosecha? ¡Las recompensas son grandes si podemos seguir el ejemplo de nuestro Señor!
Jesús les dijo: «Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo Su obra. ¿No dicen ustedes: “Todavía faltan cuatro meses, y después viene la siega”? Pero Yo les digo: alcen sus ojos y vean los campos que ya están blancos para la siega…
Quizás ningún capítulo de Juan sea tan famoso como el capítulo 3 de Juan, y específicamente la conversación entre Jesús y Nicodemo.
A medida que avanzamos en el libro de Juan, estoy agradecido por el estudio de mi papá, Robert Cottrill, y fue él quien señaló que hay dos grandes necesidades del hombre que vemos aquí.
Las dos grandes necesidades del hombre…
En su naturaleza – su estado. Necesitamos una nueva naturaleza espiritual. Por eso necesitamos nacer en la propia vida de Dios: nacer de nuevo – nacer del Espíritu. Jesús habla de esto especialmente en Juan 3:3-8.
En su posoción – su estatus ante Dios. Estamos bajo condenación: necesitamos una manera de pagar la deuda, de que nuestro pecado sea perdonado. La pena debe pagarse: este es el milagro de la cruz de Cristo. Jesús habla de esto especialmente en Juan 3:14-18,36. El nuevo nacimiento también responde a esto. Un bebé recién nacido no tiene historia, ni tampoco “buenas obras” que ofrecer a Dios.
Nicodemo parece tener dificultades para entender lo que Jesús está diciendo (Juan 3:9). Quizás quería hacer algo para merecer la vida eterna. O tal vez quería traer consigo sus propias buenas obras y su gran aprendizaje.
El comentario de Jamieson, Fausset y Brown nos da otra posible razón para la confusión de Nicodemo:
La figura del nuevo nacimiento, si se aplicara sólo a los prosélitos gentiles a la religión judía, habría sido bastante inteligible a Nicodemo, estando de acuerdo con el lenguaje de aquel día; pero que los judíos mismos necesitasen un nuevo nacimiento, le era incomprensible.
Es difícil de creer; después de todo, los judíos eran los “hijos de Abraham” (Lucas 3:8). Pero Nicodemo debería haberlo sabido. Porque era Israel a quien el profeta Ezequiel le había hablado muchos siglos antes:
Entonces los rociaré con agua limpia y quedarán limpios; de todas sus inmundicias y de todos sus ídolos los limpiaré. Además, les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes; quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Pondré dentro de ustedes Mi espíritu y haré que anden en Mis estatutos, y que cumplan cuidadosamente Mis ordenanzas. Habitarán en la tierra que di a sus padres; y ustedes serán Mi pueblo y Yo seré su Dios.
Sí, ellos necesitaban ser limpiados del pecado (su posición/estatus). Pero Dios también les daría un corazón nuevo, una naturaleza nueva, un nuevo estado de ser, para que estuvieran verdaderamente vivos y obedientes a Dios. Ese es un mensaje para todos los pueblos de la tierra, porque todos tenemos las mismas grandes necesidades.
En esta serie meditaremos en el Evangelio de Juan, capítulo a capítulo.
El capítulo dos comienza con la maravillosa historia de Jesús en la boda en Caná. Se ha hablado mucho del vino, en relación con cuestiones de alcohol y embriaguez. Esas son discusiones importantes, pero ese no es el enfoque de este capítulo del Evangelio.
En cambio, el enfoque se explica en el versículo 11:
Este principio de Sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó Su gloria, y Sus discípulos creyeron en Él.
Pues, ¡sí! “…vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14).
Los profetas hablaron de un día en el que Israel disfrutaría de una abundancia increíble; mire, por ejemplo, esta profecía de Amós:
«Vienen días», declara Yahvé, «Cuando el arador alcanzará al segador, Y el que pisa la uva al que siembra la semilla; Cuando destilarán vino dulce los montes, Y todas las colinas se derretirán. Restauraré el bienestar de Mi pueblo Israel, Y ellos reedificarán las ciudades asoladas y habitarán en ellas; También plantarán viñas y beberán su vino, Y cultivarán huertos y comerán sus frutos.
Y aquí está el Señor, el Cristo, dándoles a Sus discípulos un vistazo de Su poder y gracia. Este es un anticipo de lo que está por venir, porque Jesús guarda lo mejor para el final. ¡Siempre hay algo que esperar!
Satanás, en cambio, muchas veces nos tienta con algo dulce, que termina resultando amargo y mortal. A menudo vemos religiones falsas que muestran a las personas algo brillante y colorido, una especie de amor y aceptación, para luego aplicar el doloroso veneno de un dios falso.
Pero nuestro Señor Jesús guarda lo mejor para el final. Como le dijo a Natanael, “¡Cosas mayores que estas verás!” (Juan 1:50); a al lado de la tumba de su hermano, le dijo a Marta, “¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?” (Juan 11:40)
Los judíos tenían lista su agua de purificación. Pero Jesús la transformó en vino. Los judíos tenían lista el agua de purificación, pero Jesús estaba listo para derramar el Espíritu Santo (Juan 1:33; Juan 3:34). Y algún día Jesús gobernará con gracia, abundancia y gozo que el mundo nunca ha visto.
Esta lista de características de Kenneth Yeo (adaptada por Robert Cottrill) nos recuerda la maravillosa gracia de Cristo:
El Señor da:
lo mejor, sin comparación.
en abundancia.
según su propio horario, no el nuestro.
a través de nuestra completa obediencia.
lo que necesitamos, aunque al principio no lo parezca (tenían agua, necesitaban vino).
lo mejor al final.
Cristiano, te puedo asegurar hoy – de la Palabra de Dios – ¡Cosas mayores que estas verás!
En esta serie meditaremos en el Evangelio de Juan, capítulo a capítulo.
“Una profeta … más que un profeta.” Así describió Jesús a Juan el Bautista en Lucas 7:26. Juan fue un gran profeta en muchos sentidos, y esto es especialmente claro en el primer capítulo de Juan.
¿Cómo? Buen, a Juan se le hacen cinco preguntas en este capítulo; observe cómo responde:
Q. ¿Quién eres tú? (¿Cómo responderías? Probablemente diría algo sobre mí o mi misión. Pero Juan no…)
A.Yo soy la voz del que clama en el desierto: “Enderecen el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías. (cf. Isaías 40:5 – nota – el “Señor” que viene es Yahvé – en este caso, habla de Jesucristo.)
Q. Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el Profeta?
A.Yo bautizo en agua, pero entre ustedes está Uno a quien ustedes no conocen. Él es el que viene después de mí, a quien yo no soy digno de desatar la correa de la sandalia.
¡”El testimonio de Juan”! (Juan 1:19) Se le hacen 5 preguntas, todas sobre él mismo. Aparte de dos simples respuestas negativas, ¡él responde señalando al Señor Jesús en lugar de a sí mismo! Tenía una mente disciplinada para concentrarse en las cosas más importantes de la vida. Tenía el propósito decidido de exaltar a Jesús en lugar de promocionarse a sí mismo.
Ellos ni siquiera mencionaron a Cristo, pero él sí – de inmediato. Luego señaló la venida de Yahvé y la necesidad del arrepentimiento en Isaías 40. Y finalmente señala el ministerio y posición exaltada de Jesús.
Este no es el único testimonio de Juan en el capítulo 1. Él explica que:
Este sermón de Navidad es en realidad un sermón complicado sobre un tema complicado. 🙂 Entonces decidí que sería mejor si pudieran ver las diapositivas y, si es posible, tener las notas. Puedes descargar las notas aquí y el vídeo a continuación. Si estás escuchando el podcast, te recomiendo cambiar al video o al menos tomar las notas.
En los últimos dos artículos ((1) y (2)) analizamos las formas en que el mundo restringe la verdad e incluso lucha contra ella. Comencemos hoy mirando un ejemplo de la Biblia, en este caso en un contexto religioso.
Los fariseos, durante el ministerio terrenal de Jesús, eran en su mayoría incrédulos pero con una vida religiosa estricta. Deshonraron al Padre, Dios Padre, al rechazar a Su Hijo Jesús, Dios Hijo (#1 Se niegan a honrar y agradecer a Dios). Decidieron cuál de las Palabras de Dios aceptar, porque robaron Su autoridad y se convirtieron en los jueces (#2 Ya no reconocen a Dios, #3 Profesen ser sabios). Entonces se convirtieron en sus propios dioses, en cierto sentido (#5 Adoran y sirven a la creación).
Y así vamos a Juan capítulo 7. Jesús estaba en el Templo de Jerusalén, explicando que estaba enseñando la verdad, la Palabra de Dios. Esa verdad estaba fuera del control de los líderes religiosos (como toda verda – porque la verdad es un hecho, no decidido por un determinado grupo).
Y entonces tuvieron que silenciar a Jesús.
Enviaron a algunos de los guardias de seguridad levitas para arrestar a Jesús, pero los oficiales levitas comenzaron a escuchar a Jesús (¡algo peligroso!) y se dieron cuenta de que éste no era un hombre común y corriente. Ahora escucha lo que pasó:
Entonces los guardias vinieron a los principales sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron: «¿Por qué no lo trajeron?». Los guardias respondieron: «¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla!».
Ahora observa cómo los fariseos continúan restringiendo la verdad: Entonces los fariseos les contestaron: «¿Es que también ustedes se han dejado engañar?…» (Juan 7:47) (#3 Profesen ser sabios) Nosotros somos sabios, ustedes no. Han estado escuchando desinformación.
«¿Es que también ustedes se han dejado engañar? ¿Acaso ha creído en Él alguien de los gobernantes o de los fariseos?…»(Juan 7:47-48) Es decir, nosotros, las autoridades, somos sabios. Conocemos todos los hechos, ustedes no. (#3 Profesen ser sabios, #4 Crean un mundo falso – y en cierto sentido se adoran a sí mismos.)
Continúan: «…Pero esta multitud que no conoce de la ley, maldita es» (Juan 7:49). ¡No deberían creerle a las multitudes ignorantes y pecadoras! Esto es un insulto: perteneces a este grupo, así que no sabes nada.
Ahora Nicodemo, el respetado líder religioso, intentará decir algo diferente…
Nicodemo, el que había venido a Jesús antes, y que era uno de ellos, les dijo: «¿Acaso juzga nuestra ley a un hombre a menos que le oiga primero y sepa lo que hace?».
¿Que esta diciendo? Escuchemos, discutamos, observemos y razonemos.
Mira, hasta ahora, los fariseos que se oponen a Jesús no han explicado lo que Jesús ha dicho que no es cierto. Simplemente han apelado a la autoridad, marginado y cancelado a aquellos que creen en Cristo, y al mismo tiempo utilizan una falacia lógica al apelar al grupo: mira, todos sabemos que Jesús no es un verdadero profeta. (Ese es un consenso falso, porque algunos de ellos eran creyentes.)
Juan 7:52… Ellos le respondieron: «¿Es que tú también eres de Galilea?…» – Eso es realmente un insulto otra vez. Según estos líderes religiosos, los galileos no tenían exactamente las opiniones políticas correctas, estaban demasiado influenciados por los gentiles. Esa tonta provincia ha caído en lo que Jesús está diciendo. Seguramente no eres como ellos. Por eso se acusa a Nicodemo de parcialidad.
Ellos le respondieron: «¿Es que tú también eres de Galilea? Investiga, y verás que ningún profeta sale de Galilea». Ese es su único argumento real contra las enseñanzas de Jesús. De hecho, todavía no se trata de Su enseñanza, sino de Su identidad.
Ahora, si dicen que no hubo ningún profeta de Galilea en la historia, eso simplemente no era cierto. Pero podrían estar diciendo que el Mesías venidero no vendría de Galilea. Lo cual es en parte cierto. El profeta dijo que nacería el Mesías en Belén, en el sur, Judá. Pero Isaías 9 también habla de la llegada del Mesías al norte, “Galilea de los gentiles”. Ambas cosas eran ciertas para Jesús.
Entonces esto es misinformación, desinformación o ambas.
Suenan muy inteligentes, ¿no? Pero la verdad mezclada con mentiras es muy inestable y nunca durará.
Fíjate, las mentiras del mundo son peores, más sutiles y más universales de lo que creemos. Nuestra propia tentación a la falsedad también es más fuerte de lo que creemos. Pero la Biblia nos da luz.
Prepararte para/advertir a otros sobre el Juicio venidero.
Mientras que Romanos 3:18 dice que “no hay temor de Dios delante de sus ojos”, debemos temer y honrar a Dios. Romanos 11:20 – “No seas altanero, sino teme”. No nos exaltamos como los inteligentes. Reconocemos humildemente nuestro propio pecado ante el Señor.
Pedimos Su misericordia, para nosotros y para los demás. Algún día toda la hipocresía quedará a la vista. Pero hay perdón y esperanza en Cristo. A eso invitamos a la gente. No sólo verdad y condenaciòn. Porque, en Cristo, la verdad ES esperanza.
Porque amamos a Cristo, elegimos amar la verdad. Y eso es toda la verdad. Porque Jesús no es sólo el Señor de los domingos, sino de los lunes. Jesús no es sólo el Señor de alguna vaga verdad espiritual o de ciertos buenos valores. Él es el Señor de las matemáticas, las ciencias, el lenguaje, tu lugar de trabajo, tu hogar, el gobierno, las instituciones, la política, el petróleo, los sistemas informáticos, la agricultura, tu cuerpo y las estrellas en el cielo. Jesús es Señor de toda verdad. Jesús es el Señor de todo.
La verdad no es obvia ni fácil de encontrar en un mundo caído. Necesitamos ser pacientes con nosotros mismos y con los demás.
Me encanta Proverbios 23:23: “Compra la verdad y no la vendas, adquiere sabiduría, instrucción e inteligencia.” ¡Cuesta encontrar y aferrarse a la verdad!
Agradece y honra a Dios, reconócelo. Encontramos la verdad y la sabiduría en Cristo, en el mundo real. Reconoce que Dios es Dios, y Su creación es Su creación. Practica y aprueba la verdadera justicia, la verdadera bondad. Y vive en la verdad de que el juicio viene y advierte a los demás que la verdad triunfará.
Esto es sólo una introducción – pero debemos darnos cuenta de que en la Biblia sí tenemos las herramientas que necesitamos para el mundo de hoy. El Espíritu realmente está con Su pueblo.
El apóstol Pablo dice en 2 Corintios que no queremos que Satanás se aproveche de nosotros, porque “no ignoramos sus planes” (2 Corintios 2:11).
Pero como dice en Romanos 16:20, “Y el Dios de paz aplastará pronto a Satanás debajo de los pies de ustedes. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes.” Por eso miramos a Él, Aquel que es la Verdad, en cada aspecto de nuestras vidas.
La última vez hablamos del gran proyecto progresista del mundo. Restringir la verdad, y justificarnos a nosotros mismos. Es decir, todos se autoproclaman jueces y se declaran inocentes.
Pero cuidado, cristiano, antes de pensar que hablamas de la otra persona. La realidad es que, hoy, como creyentes, revestidos de la vida perfecta del Señor Jesús, perdonados de nuestros pecados – a veces todavía nos gusta agarrar los viejos harapos; todavía estamos tentados a engañar. Entonces, el Espíritu Santo todavía tiene que recordarnos en Efesios 4:25 que debemos “dejar a un lado la falsedad” y “hablar verdad”. No somos 100% inocentes en todo eso.
Pero hoy vamos a ver cómo eso ocurre realmente en el mundo, porque nosotros también somos sus víctimas: nos sentimos como si estuviéramos en una barca en los rápidos, constantemente arrojados al azar por todos lados. En el mismo capítulo de Efesios nos dice que necesitamos crecer en Cristo, para que no seamos “niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error” (Efesios 4:14).
Así que veamos 7 formas en las que la gente “restringe la verdad”. Y mi desafío para ti es que observa y escucha estas cosas durante toda la semana, porque estas cosas son el trasfondo de lo que sucede todo el tiempo. A Romanos 1 de nuevo…
Pero lo que se conoce acerca de Dios es evidente dentro de ellos, pues Dios se lo hizo evidente. Porque desde la creación del mundo, Sus atributos invisibles, Su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que ellos no tienen excusa. Pues aunque conocían a Dios, no lo honraron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido.
Así es como empieza. No reconocen la bondad y la misericordia de Dios.
Mira, cada momento que vivimos, cada aliento que respiramos, todo lo que tenemos, es gracias a un Dios misericordioso. No lo merecemos. ¿Y sin embargo nunca agradecemos a Dios ni lo honramos? Eso es mentira, es mentira que no le debemos nada a Dios. Es mentira que todo lo que tenemos es gracias a nosotros. Bueno, ¡ni siquiera podemos empezar a existir por nuestra cuenta, y mucho menos todo lo demás!
El siguiente está relacionado, tal vez el siguiente paso en una progresión lógica…
2. Ya no reconocen a Dios.
Pretenden que el Dios verdadero no existe. Y sin Dios, de repente nada tiene sentido.
Escuche a Pablo expresar su deseo por los creyentes en Laodicea y Colosas:
Espero que con esto sean alentados sus corazones, y unidos en amor, alcancen todas las riquezas que proceden de una plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios, es decir, de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Esto lo digo para que nadie los engañe con razonamientos persuasivos.
Podemos creer en argumentos persuasivos, pero falsos. En última instancia, evitamos ser engañados y estafados en Cristo mismo: Él es la fuente de toda sabiduría y conocimiento. Arte, ciencia, economía, matemáticas, lo que sea, todo tiene sentido en Él, se junta en Él, comienza y termina en Él.
¿Qué pasa con una sociedad que se niega a reconocer a Dios, que lo expulsa? ¿Ves que esto sucederá en tu país?
Toda filosofía sin Dios es un laberinto sin fin. La ciencia sin Dios termina en confusión. El gobierno sin Dios termina en tiranía.
Y recuerda que si siempre es “mi verdad contra tu verdad”, gana el “bully” más fuerte. Sólo la verdad absoluta y trascendente – la verdad que no depende de nosotros – sólo la verdad puede poner a todos en el mismo nivel.
Entonces, no agradecen a Dios, no reconocen a Dios, y entonces…
3. Profesen ser sabios.
Ya que han eliminado a Dios como autoridad suprema, deben afirmar que son sabios y dignos de confianza. Y en Romanos 1:22, “Profesando ser sabios, se volvieron necios…”
¿Has oído hablar de la falacia lógica comúnmente llamada “apelación a la autoridad”? Apelar a la autoridad no significa que todos los expertos estén equivocados. Pero es cuando se supone que debes aceptar lo que dice como verdad solo porque es un supuesto experto o autoridad. ¿Me explico?
Creemos fácilmente en este error. ¿Por qué? Porque alguien con una mentira te dirá que simplemente no lo entiendes. No has leído los libros correctos. No sabes lo que significa tal o cual término. Y cuando lo hayas descubierto, la definición vuelve a cambiar.
O simplemente te avergonzarás por lo que crees, o te cancelarán o te gritarán. Porque esto no es verdadera sabiduría, no puede sobrevivir a una investigación real, está construida sobre una base falsa.
Entonces, ¿qué hace la gente con esta falsa “sabiduría”? No tiene una lógica fundamental, es sólo una forma inteligente de evitar la verdad. Tienen que negar lo que es “evidente” y “visto con toda claridad” (versículos 19 y 20). Deben intentar hacer que el mundo se ajuste a su mentira.
4. Crean un mundo falso.
Profesando ser sabios, se volvieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual Dios los entregó a la impureza en la lujuria de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos. Porque ellos cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Creador, quien es bendito por los siglos. Amén.
Si Dios no es el Creador y la Autoridad suprema, su “autoridad” debe ser algo en este mundo, o al menos en este universo. Entonces hacemos que algo en este mundo sea dios. O el mundo mismo. O un líder humano. O nosotros mismos. O pensamos en algo como la ciencia y la tecnología como nuestro salvador.
Ésta es una de las razones por las que hoy en día existe tal impulso hacia la tecnología digital. No es del todo malo – la estamos usando ahora mismo – pero es útil para crear un mundo falso. Facebook ha tenido un comienzo inestable en esto con Meta y su “metaverso”.
Pero otro ejemplo es un juego en línea llamado Fortnigt, con sus 83 millones de jugadores habituales, que ofrece a los usuarios más y más libertad para crear su mundo y su personaje y ser lo que quieran ser. Y algunas personas quieren vivir sus vidas en ese mundo.
Pero mira, no culpemos sólo a unos pocos jugadores. Cuanta más gente – cualquier persona – pueda hacer del mundo digital su realidad, en los juegos en línea, en las redes sociales o en el mundo del cine y el entretenimiento, más podrán intentar crear un mundo falso en el que piensen que el pecado no tiene consecuencias. y quién Dios los creó para ser puede ser y Su propósito para ellos puede cambiarse. Y más personas con control digital podrán manipularnos hacia un mundo imaginario y falso.
Ahora bien, un mundo falso debe construirse sobre verdades a medias. No puede ser completamente falso o no funcionará, ni siquiera temporalmente. Necesita estar sostenido por algunas verdades, como un andamio.
Por eso la gente usa palabras bíblicas, como “amor”, aplicándolas a cosas que no son amorosas. O aplicar una palabra negativa a algo que es bueno.
Ejemplo clásico: los israelitas en Éxodo. Querían su propio ídolo que pudieran manipular y controlar, y le dieron un nombre a su ídolo – Yahvé, Jehová – así llamaron al becerro de oro que adoraban (Éxodo 32:5). Afirmaron que fue Yahweh, el SEÑOR, quien los salvó de la esclavitud. Un mundo falso, pero con algo de verdad.
No podemos esperar que las mentiras en el mundo falso sean 100% mentiras. Casi siempre es una mezcla, y por eso es aún más confuso.
Entonces no agradecen a Dios, luego tratan de ignorarlo, luego se justifican a si mismos como muy sabios, creando un mundo falso – mentiras mezcladas con verdad – en el que su sabiduría tiene “sentido”, y esto por supuesto lleva a…
5. Adoran y sirven a la creación.
Todavía necesitan una autoridad en este mundo imaginario, algo que unifique todo, para que su rebelión pueda ser más efectiva.
Toda religión falsa adora y sirve a la creación. Incluso si es algo simple como: “Yo decidiré qué es verdad y qué es bueno”. Convertirnos en la máxima autoridad, en lugar de la Palabra de Dios.
O tal vez nuestros propios deseos sean lo más importante. Simplemente somos esclavos de nuestras propias pasiones, nuestra propia comodidad, nuestro propio entretenimiento.
6. Practican y aprueban la injusticia.
Es una especie de círculo vicioso: las personas son injustas y por eso quieren suprimir la verdad, y lo hacen utilizando su injusticia.
Y es aún mejor si otras personas están de acuerdo contigo. Entonces la gente intenta crear un consenso, o un consenso falso, en las mentiras – aprobando las mentiras y la maldad de otras personas. Hay que promover el pecado.
Y así como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para que hicieran las cosas que no convienen. Están llenos de toda injusticia, maldad, avaricia y malicia, llenos de envidia, homicidios, pleitos, engaños, y malignidad. Son chismosos, detractores, aborrecedores de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de lo malo, desobedientes a los padres, sin entendimiento, indignos de confianza, sin amor, despiadados. Ellos, aunque conocen el decreto de Dios que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que también dan su aprobación a los que las practican.
Nos sentimos un poco mejor si muchas otras personas están de acuerdo con nosotros.
7. Intentan ignorar el Juicio Venidero.
Todavía sabemos que hay un juicio. Nuestra creación de un mundo falso, nuestra adoración a la creación, la seguridad en los números, todo es en vano. Todavía sabemos que el mal será juzgado. Juzgado por un Dios Santo.
Esta idea de restringir la verdad ha sido comparada con una pelota de playa empujada bajo el agua. ¿Alguna vez has hecho eso? Es un trabajo duro y eventualmente volverá a aparecer. Se necesita energía y concentración para sumergir o reprimir o restringir constantemente la verdad y, al final, todo es en vano.
Entonces, ¿qué queda?
Intenta ignorarlo. Justificarnos de nuevo. Empuja la verdad hacia abajo otra vez.
Intenta disfrutar de tu breve vida. El necio de la parábola de Jesús dijo: “Alma, tienes muchos bienes depositados para muchos años; ¡descansa, come, bebe, diviértete!”
Ignora lo que viene, ¡simplemente disfruta de la vida!
Pero Dios le dijo, “¡Necio! Esta misma noche te reclaman el alma; y ahora, ¿para quién será lo que has provisto?” (Lucas 12:16-21)
Los burladores en 2 Pedro dicen:
«¿Dónde está la promesa de Su venida? Porque desde que los padres durmieron, todo continúa tal como estaba desde el principio de la creación». Pues cuando dicen esto, no se dan cuenta de que los cielos existían desde hace mucho tiempo, y también la tierra, surgida del agua y establecida entre las aguas por la palabra de Dios, por lo cual el mundo de entonces fue destruido, siendo inundado por el agua. Pero los cielos y la tierra actuales están reservados por Su palabra para el fuego, guardados para el día del juicio y de la destrucción de los impíos.
Con eso tenemos un breve resumen de cómo el mundo intenta restringir la verdad y promover la mentira. Si podemos escuchar estas cosas, nos ayudará a evaluar la información desde un punto de vista bíblico. Pero la próxima vez, a modo de práctica, veremos cómo se ve esto en un contexto religioso…