¿Cómo puedo compartir el Evangelio?



Profundice su comprensión de las Escrituras con esta Biblia de estudio:
NBLA Biblia de Estudio MacArthur


amigas compartiendo

En los últimas lecciones, hemos aprendido mucho de la Palabra de Dios. Hemos aprendido que Dios es el Creador todopoderoso. Él es bueno, santo y justo. También hemos aprendido que todo el mundo está esclavizado al pecado. De hecho, nos encanta nuestro pecado. Pero en misericordia, Dios envió a su Hijo para salvarnos. Todos los que se arrepienten de sus pecados y confían en Jesucristo para salvación encuentran una nueva vida.

¡Esta es una buena noticia! Y eso es lo que la palabra “evangelio” significa – ¡buenas noticias!

Pero hay un problema. Muchas personas no han oído las buenas noticias. Muchos han oído algo de Jesús, pero la mayoría de esas personas no han tenido el evangelio claramente explicado a ellos.

. . . “todo aquél que invoque el nombre del Señor será salvo.

¿Cómo, pues, invocarán a Aquél en quien no han creído?
¿Y cómo creerán en Aquél de quien no han oído?
¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
¿Y cómo predicarán si no son enviados?

Tal como está escrito: “¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el Evangelio del Bien!

(de Romanos 10:13-15)

Estas palabras explican claramente por qué es tan importante compartir el evangelio. Escucha también a las palabras de Jesús:

Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

Mateo 7:13-14

¿Cuál es el destino de la mayoría de la gente? “La perdición”, dice Jesús. El juicio de Dios. Es mentira decir que la mayoría de la gente irá al Cielo, excepto las “personas realmente malas”.

Entonces, tenemos tarea, ¿verdad?

Acercándose Jesús, les dijo: «Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo».

Mateo 28:18-20

Gracias a Dios, hay promesas muy hermosas en este texto. Nuestro líder, Jesucristo, tiene toda autoridad/potestad en el cielo y en la tierra. Y está con nosotros todos los días/siempre, hasta el fin del mundo. ¡No estamos solos!

Dice el apóstol Pablo:

Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree, del judío primeramente y también del griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

Romanos 1:16-17

Nuevamente, ¿por qué Pablo no se avergüenza del evangelio?

La próxima vez aprenderemos más sobre el maravilloso evangelio y la confianza que podemos tener al compartirlo.



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