¿Cómo puedo orar? (parte 1)

Hoy vamos a comenzar una nueva serie sobre la oración.

La oración

¿Qué es la oración? Orar es hablar con Dios. No tiene que ser complicado. 🙂

Pero ¿cómo puede ser que un ser humano puede hablar con el Creador Todopoderoso del Universo?

Miremos este pequeño pasaje fascinante del libro de Hebreos:

Teniendo, pues, un gran Sumo Sacerdote que trascendió los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra fe. Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino Uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.

Hebreos 4:14-16

Nuestro sumo sacerdote es Jesús. Él era el sacerdote y el sacrificio. Ofreció Su sangre, y ahora creyentes tienen el perdón y la paz con Dios. ¡Increíble!

Hay mucho que aprender de estos versículos y el contexto que los rodea. Leelos de nuevo cuidadosamente y piensa en esto: ¿Cómo deberían afectar estos versículos la forma en que oramos?

En los siguientes artículos, veremos un par de aspectos diferentes de la oración. Porque, sorprendentemente, la oración no es sólo acerca de nuestra relación con Dios. La Biblia enseña que nuestra relación con otras personas es importante cuando oramos. Echaremos un vistazo a estas relaciones “horizontales” y “verticales” cuando continuamos.



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