El Resultado de la Venida de Cristo



Profundice su comprensión de las Escrituras con esta Biblia de estudio:
NBLA Biblia de Estudio MacArthur


Este año hemos visto pasajes de tres Evangelios sobre la venida de Jesús (Mateo, Lucas, y Juan). Hoy, veamos un notable pasaje fuera de los Evangelios – Filipenses 2:1-11.

Pablo está a punto de hablarnos de Jesús, porque Jesús es un ejemplo que debemos seguir. Aquí está su introducción:

Por tanto, si hay algún estímulo en Cristo, si hay algún consuelo de amor, si hay alguna comunión del Espíritu, si algún afecto y compasión, hagan completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito. No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás.
Filipenses 2:1-4

Bueno – debemos vivir sin egoísmo y vanagloria. En lugar, debemos considerar al otro como más importante que nosotros mismos.

¿Y en qué sentido es Jesús un ejemplo para nosotros?

Haya, pues, en ustedes esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que Se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló El mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Filipenses 2:5-8

¡Que humildad! El Hijo de Dios, que no era una parte de la creación, pero que es de hecho el Creador, entró en su mundo. No como el Dios todo poderoso, Rey de la Eternidad, sino como un hombre – ¡como un esclavo! De hecho, obedeció a su Padre, yendo a su muerte en una cruz.

Jesús no nació sin querer, y no murió sin querer. Era su deseo de obedecer al Padre, y de salvar a su pueblo.

¿Y cuál fue el resultado de la humilde obediencia y amor de Jesús? Escucha lo que hizo Dios el Padre:

Por lo cual Dios también Lo exaltó hasta lo sumo, y Le confirió el nombre que es sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Filipenses 2:9-11

Jesús es honrado como Señor, para la gloria del Padre. Cada rodilla se inclinará ante Jesús, cumpliendo así las palabras de Jehová en Isaías 45:23:

Por Mí mismo he jurado,
Ha salido de Mi boca en justicia
Una palabra que no será revocada:
Que ante Mí se doblará toda rodilla, y toda lengua jurará lealtad.
Isaías 45:23

¡Ese es el glorioso resultado de la venida de Cristo!

se doblará toda rodilla . . .



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