Juan: El Cristo
La Santidad de Dios |
¿Quién es Jesús? Bueno, sabemos del principio de Juan que Jesús es Dios. Pero muchas veces en Juan podemos leer las palabras mismas de Jesús – “Yo soy . . .”
“Yo soy” es una frase común en Isaías. Dice Isaías 43:10:
“Ustedes son Mis testigos,” declara el SEÑOR,
“y Mi siervo a quien he escogido,
Para que Me conozcan y crean en Mí,
Y entiendan que Yo soy.
Antes de Mí no fue formado otro dios,
Ni después de Mí lo habrá.
Jesús usa las mismas palabras (de la versión griega de Isaías) en Juan 13:19:
Se lo digo desde ahora, antes de que pase, para que cuando suceda, crean que Yo soy.
Yo soy – ¿qué? No, nada más – YO SOY. Yo soy – Jehová.
Juan usa esta frase muchas veces en su libro, y en esta frase podemos aprender mucho de Jesús, el Cristo. Por ejemplo:
- “si no creen que Yo soy, morirán en sus pecados” (Juan 8:24)
- “Cuando ustedes levanten al Hijo del Hombre, entonces sabrán que Yo soy” (Juan 8:28)
- “En verdad les digo, que antes que Abraham naciera, Yo soy.” (Juan 8:58)
- …cuando El les dijo: “Yo soy,” retrocedieron y cayeron a tierra. (Juan 18:6)
También, vemos muchas ilustraciones de Jesús acerca de sí mismo. Por ejemplo:
- “Yo soy el pan de la vida; el que viene a Mí no tendrá hambre, y el que cree en Mí nunca tendrá sed.” (Juan 6:35)
- “Yo soy la Luz del mundo; el que Me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la Luz de la vida.” (Juan 8:12)
- “Yo soy la puerta de las ovejas … si alguno entra por Mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto. (Juan 10:7-9)
- “Yo soy el buen pastor; el buen pastor da Su vida por las ovejas.” (Juan 10:11)
- “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque muera, vivirá” (Juan 11:25)
- “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí.” (Juan 14:6)
- “Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer.” (Juan 15:5)
Increíble. ¿Quién dice que Jesús era nada más que un “hombre bueno”, o un “maestro sabio”? No – Jesús es el foco de nuestra fe. El Salvador, Dios en la carne, el Rey, el Redentor. ¡Amén!