Memorizar: El Tema Sorprendente de Juan

los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Juan 1:13 RV60

que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.
Juan 1:13 NBLH

¡Finalmente terminamos la oración!  Juan 1:11-13:  A lo Suyo vino, y los Suyos no Lo recibieron.  Pero a todos los que Lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre, que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.

Juan trabaja muy duro para demostrar que la salvación es obra de Dios.  Incluso cuando se habla de las personas que recibieron a Jesús, habla de forma pasiva, mientras se centra en lo que Dios hizo.

Por supuesto la mayoría de nosotros hemos leído Juan 3, que también usa la imagen del nacimiento – tenemos que nacer de nuevo, nacidos del Espíritu.  En Juan 6, Jesús habla de cómo Dios atrae a la gente al Hijo.  En Juan 8 hay el contraste entre los hijos de Abraham y los hijos de Dios.  En Juan 10 creyentes son ovejas, dados al Hijo por el Padre.  En Juan 15, Jesús dice a sus discípulos que no escogieron a Él, pero Él los escogió.  De nuevo en Juan 17 los creyentes son dados al Hijo.

Es un tema constante.  Junto con la repetición que estos son creyentes, las personas que recibieron el Hijo, es la repetición que era la obra de Dios.

Algo sobrenatural sucede a través de la fe en Jesús.  A pesar de que era conocido por Dios por toda la eternidad, es algo que nos sucede en el tiempo.  Nacieron de Dios – hijos de Dios – por la voluntad y el poder de Dios.  Y es en Dios – Padre, Hijo y Espíritu – que tenemos confianza.

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