Memorizar: ¿Incompleto = Más Completo?
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Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
2Corintios 12:9 RV60
Y El me ha dicho: “Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad.” Por tanto, con muchísimo gusto me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.
2Corintios 12:9 NBLH
Un aguijón – una espina – en la carne. Pero ¿qué era?
Sabemos que se trataba de una debilidad en el cuerpo (“en la carne”) de Pablo. Sabemos que hubo un elemento espiritual, porque era “un mensajero de Satanás”. Pero Pablo no dice nada más.
Creo que el Espíritu Santo impedió a Pablo de mencionar lo que fue esta debilidad en particular, porque muchas personas ahora pueden relacionarse con lo que escribió Pablo. Pablo pudo haber estado orgulloso – enaltecido (2Corintios 12:7). Así se le dio una espina en la carne. De Satanás – pero realmente de Dios.
Pablo rogó que la espina sería quitado, pero la respuesta final de Dios está aquí, en el versículo 9.
Te basta Mi gracia.
No importa lo que la debilidad es – la gracia de Dios es suficiente.
Más que eso – Dios tiene un propósito, incluso en la debilidad.
Así que de una manera extraña, estamos más completos a causa de nuestras debilidades – cuando estoy incompleto. Porque sabemos que es una parte del propósito de Dios, y Dios nos completa en sí mismo.
¡Y así no es sorprendente que Pablo se gloría en su debilidad!
Y termina en el versículo 10: cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Cuando yo ya no confío en mi propia fuerza (que en realidad es la debilidad de todos modos), puedo ver la fuerza de Dios de llenar mi vacío.
Y Pablo mismo se expande la aplicación en el versículo 10 – y voy a dejar que él tiene la última palabra.
Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Historias Bíblicas de Jesús para niños: Cada historia susurra su nombre |