Redención Eterna Comprada por Cristo (El Tesoro Diario del Creyente)
Redención eterna comprada por Cristo
entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de Su propia sangre, obteniendo redención eterna.
(Hebreos 9:12)
Los sacerdotes de Israel entraron en el Lugar Santísimo en el tabernáculo (o templo) al año, una vez al año, en el Día de la Expiación, para rociar la sangre sobre el propiciatorio. El sacrificio de Cristo – de-una-vez-para-siempre – es definitiva y completa. “Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, el Hijo se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas” (Hebreos 1:3).
El Tema de Diciembre: Las bendiciones finales del Creyente
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