Tito: El Cristo
El Evangelio eterno es el fundamento de Pablo al comienzo de su epístola a Tito. Él se ve a sí mismo, y a Tito y a toda la iglesia, como administradores de la verdad y gracia de Dios (Tito 1:1; Tito 1:7). El malo ejemplo es los que profesan conocer a Dios, pero con sus hechos Lo niegan (Tito 1:16). Pero debemos adornar “la doctrina de Dios nuestro Salvador en todo respecto” (Tito 2:10).
Pero si necesitamos conocer a Dios, ¿quién es Dios? ¿qué es el evangelio?
Las palabras elevadas en el capítulo dos nos da la respuesta:
Porque la gracia de Dios se ha manifestado, trayendo salvación a todos los hombres, enseñándonos, que negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús. El se dio por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad y purificar para Si un pueblo para posesion Suya, celoso de buenas obras.
Tito 2:11-14
Jesús – Él es nuestro Salvador, nuestro Dios. ¡Él se dio por nosotros – murió en la cruz – pero ya vive y va a regresar por su pueblo!
El misterio del Mesías, escondido durante milenios, ha sido revelado. Y es el Dios-hombre, el bondad y amor de Dios revelado – Jesucristo (Tito 3:4-7).