¡Tú has ascendido a lo alto! (El Catecismo de 1 Año)
Liderazgo |
Levántese Dios; sean esparcidos Sus enemigos,
Y huyan delante de El los que Lo aborrecen.
Como se disipa el humo, disípalos;
Como la cera se derrite delante del fuego,
Así perezcan los impíos delante de Dios.
Pero alégrense los justos, regocíjense delante de Dios;
Sí, que rebosen de alegría.
Canten a Dios, canten alabanzas a Su nombre;
Abran paso al que cabalga por los desiertos,
Cuyo nombre es el SEÑOR; regocíjense delante de El.
Padre de los huérfanos y defensor de las viudas
Es Dios en Su santa morada.
Dios prepara un hogar para los solitarios;
Conduce a los cautivos a prosperidad;
Sólo los rebeldes habitan en una tierra seca.
Oh Dios, cuando saliste al frente de Tu pueblo,
Cuando marchaste por el desierto, (Selah)
Tembló la tierra;
También se derramaron los cielos ante la presencia de Dios;
El Sinaí mismo tembló delante de Dios, el Dios de Israel.
Tú esparciste lluvia abundante, oh Dios,
Tú fortaleciste Tu heredad cuando estaba extenuada.
Los de Tu pueblo se establecieron en ella;
En Tu bondad, oh Dios, proveíste para el pobre.
El Señor da la palabra;
Las mujeres que anuncian las buenas nuevas son gran multitud:
“Los reyes de los ejércitos huyen; sí huyen,
Y la que se queda en casa repartirá el botín.”
Cuando ustedes se acuestan en los rediles,
Son como alas de paloma cubiertas de plata,
Y sus plumas de oro resplandeciente.
Cuando el Omnipotente dispersó allí a los reyes,
Nevaba en el Monte Salmón.
Monte de Dios es el Monte de Basán;
Monte de muchos picos es el Monte de Basán.
¿Por qué miran con envidia, oh montes de muchos picos,
Al monte que Dios ha deseado para morada Suya?
Ciertamente el SEÑOR habitará allí para siempre.
Los carros de Dios son miríadas, millares de millares;
El Señor está entre ellos en santidad, como en el Sinaí.
Tú has ascendido a lo alto, has llevado en cautividad a Tus cautivos;
Has recibido dones entre los hombres,
Y aun entre los rebeldes, para que el Señor Dios habite entre ellos.
Salmo 68:1-18
P. ¿Qué pedimos en la segunda petición de la oración del Señor?
R. En la segunda petición (que dice: Venga Tu reino), pedimos que el reino del pecado y de Satanás sea destruido, y que el reino de la gracia sea avanzado; que nosotros y los demás llevaríamos a ella, y se mantendría en ella, y para que el reino de gloria vendría pronto.
Esta es una imagen poderosa de la victoria de Dios y su Reino. Fue Jesús mismo quien compró la victoria y ascendió a lo alto (Efesios 4:7-10).
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