Un Peregrino (El Tesoro Diario del Creyente)
Un Peregrino a un País Celestial
Pero en realidad, anhelan una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo cual, Dios no se avergüenza de ser llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad.
(Hebreos 11:16)
Ya tenemos la ciudadanía en la ciudad celestial (Filipenses 3:20) y en un sentido no son más que “extranjeros y peregrinos sobre la tierra” (Hebreos 11:13; 1Pedro 2:11).
El Tema de Enero: El Creyente Verdadero
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