Deuteronomio: El Cristo
Al lado de los Salmos, Jesús citó de Deuteronomio más que cualquier otro libro. Cuando Satanás tentó a Jesús, Jesús respondió utilizando versículos del Deuteronomio (Mateo 4:1-11).
En los Evangelios, muchas personas se preguntaban si Jesús era “El Profeta” (Juan 6:14). Esta idea viene de una profecía en Deuteronomio 18:18-19:
Un profeta como tú levantaré de entre sus hermanos, y pondré Mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que Yo le mande. Y sucederá que a cualquiera que no oiga Mis palabras que él ha de hablar en Mi nombre, Yo mismo le pediré cuenta.
Jesús fue el último profeta. Si las personas no escucharon a Él, que se perderían para siempre, separados de los del pueblo de Dios (Lucas 9:35).
Para aprender más de esta profecía, lee La Segunda Profecía: El Profeta y escucha al sermón El Profeta (sermón).
Sabemos que Cristo era el único en mantener toda la ley. Él, y sólo Él, hereda todas las bendiciones de Dios (Deuteronomio 28).