Daniel: Meditaciones



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Daniel: MeditacionesEl primer versículo: En el tercer año del reinado de Joacim, rey de Judá, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jerusalén y la sitió.
(Daniel 1:1)

El último versículo: Pero tú, sigue hasta el fin. Descansarás y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.
(Daniel 12:13)

Versículos clave para meditar en / memorizar:

…Sea el nombre de Dios bendito por los siglos de los siglos,
Porque la sabiduría y el poder son de El.
El es quien cambia los tiempos y las edades;
Quita reyes y pone reyes.
Da sabiduría a los sabios,
Y conocimiento a los entendidos.
El es quien revela lo profundo y lo escondido.
Conoce lo que está en tinieblas,
Y la luz mora con El.
Daniel 2:20-22

Ciertamente nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente. Y de su mano, oh rey, nos librará. Pero si no lo hace, ha de saber, oh rey, que no serviremos a sus dioses ni adoraremos la estatua de oro que ha levantado.
Daniel 3:17-18

Pero al fin de los días, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo, y recobré mi razón, y bendije al Altísimo y alabé y glorifiqué al que vive para siempre.
Porque Su dominio es un dominio eterno,
Y Su reino permanece de generación en generación.
Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada,
Mas El actúa conforme a Su voluntad en el ejército del cielo
Y entre los habitantes de la tierra.
Nadie puede detener Su mano,
Ni decirle: ‘¿Qué has hecho?’
Daniel 4:34-35

Seguí mirando en las visiones nocturnas,
Y en las nubes del cielo
Venía uno como un Hijo de Hombre,
Que se dirigió al Anciano de Días
Y fue presentado ante El.
Y Le fue dado dominio,
Gloria y reino,
Para que todos los pueblos, naciones y lenguas
Le sirvieran.
Su dominio es un dominio eterno
Que nunca pasará,
Y Su reino uno
Que no será destruido.
Daniel 7:13-14

Inclina Tu oído, Dios mío, y escucha. Abre Tus ojos y mira nuestras desolaciones y la ciudad sobre la cual se invoca Tu nombre. Pues no es por nuestros propios méritos que presentamos nuestras súplicas delante de Ti, sino por Tu gran compasión. ¡Oh Señor, escucha! ¡Señor, perdona! ¡Señor, atiende y actúa! ¡No tardes, por amor de Ti mismo, Dios mío! Porque Tu nombre se invoca sobre Tu ciudad y sobre Tu pueblo.
Daniel 9:18-19
(y toda la oración en Daniel 9:3-19)



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