La Belleza de la Transmisión del Nuevo Testamento
Hablamos un poco acerca de los escribas antiguos en nuestra entrada Copiando, Copiando, Copiando. La copia de manuscritos fue bien importante en el mundo antiguo. Era un negocio profesional, y podría hacerse de manera muy eficiente.
Hoy en día, la gente a veces se imaginan que los libros de la Biblia se han copiado, y luego copiados de las copias, y luego traducidos, y luego copiados de la traducción, y luego traducidos de la copia de la traducción, y luego copiados …
En este escenario, cada vez que hay un error, se copia. Hay cambios en cada traducción. ¿Y si alguien cambia algo a propósito?
¡Después de unos siglos, tienes un documento totalmente diferente!
Pero ya sabemos que no es así. ¿Por qué? Bueno, tenemos miles de copias, y las copias son casi iguales. Sí, hay variantes textuales, pero 99.9% son cosas muy pequeñas y obvias.
Pero, ¿cómo es posible que las copias eran tan precisos?
Es porque la transmisión del texto no era una larga cola de copias.
Imagínate esto. Es como 53 dC, y el Apóstol Pablo está escribiendo la carta de Gálatas. Quiere compartir la carta con unas iglesias locales en Gálatas (Gálatas 1:2), y tal vez en otras ciudades. ¿Qué hace? Posiblemente va a mandar más que una copia de su carta, probablemente copiada de escribas profesionales.
En el transcurso del tiempo, los cristianos hacen más copias. A veces con escribas profesionales, a veces por personas educadas en la iglesia local.
En 75 años, ya tenemos 100 copies de Gálatas, por todos lados, sin “control” de una institución.
Por su puesto, en los años primeros, los apóstoles están viajando también, y ellos están diciendo a las iglesias cuáles cartas son auténticas y cuáles no lo son (lee El Viaje de los Evangelios).
Y en estos 75 años, es muy posible que la carta (o las cartas) original de Gálatas todavía existe. Por eso tenemos muchas copias del original, no solo copias de copias.
Es 128 dC. Es muy posible que manuscritos antiguos van a durar por como dos o tres siglos. Vamos a decir 250 años. Entonces, pueden copiar un texto de 128 dC hasta 378 dC – en verdad, puedes hacer muchas copias.
Entonces, en 378 dC es posible que tenemos todavía una copia de una copia del original.
Pero muchas copias – de muchas fuentes – sin control. Por todos lados. No era posible para una persona o institución cambiar o controlar o destruir todas.
Ahora tenemos muchas “ramas” de transmisión. Si hay un error en una rama, no vamos a ver el mismo error en una otra. A veces, los escribas puedan comparar dos o tres manuscritos diferentes, para ver cuál es lo más preciso.
En el caso de Gálatas, todavía – hoy – ¡tenemos un manuscrito de circa 200 dC!
Muchas copias – muchas ramas – sin control central – al mismo tiempo, copiados como textos sagrados, autenticados por los apóstoles y las personas que los conocían personalmente.
¿Qué pasa si alguien trata de “cambiar” las palabras de Pablo? Bueno, ya tenemos dos – tres – diez ramas de transmisión ¡que esa persona no puede controlar!
Con miles de manuscritos, podemos ver más o menos cuando se cometió un error. Podemos localizar cualquier error o cambio en la historia – ¡es muy difícil de ocultar!
¿Puedes ver por qué esto era una manera brillante de Dios para preservar su Palabra? Vamos a explorar esta idea en la semana que viene.