La Caída – la pena, la promesa
Todos sabemos que la serpiente tentó a la mujer, y que el primer hombre y la primera mujer pecaron por desobedecer el mandato de Dios. Pero hoy vamos a leer de la pena – la sentencia, juicio y castigo de Dios.
Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; y cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales. Y oyeron al SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día. Entonces el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto.
Pero el SEÑOR Dios llamó al hombre y le dijo: “¿Dónde estás?”
Y él respondió: “Te oí en el huerto, tuve miedo porque estaba desnudo, y me escondí.”
“¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo?” le preguntó Dios. “¿Has comido del árbol del cual Yo te mandé que no comieras?”
El hombre respondió: “La mujer que Tú me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.”
Entonces el SEÑOR Dios dijo a la mujer: “¿Qué es esto que has hecho?”
“La serpiente me engañó, y yo comí,” respondió la mujer.
Espera – Dios ya sabía lo que había sucedido ¿verdad? Por supuesto que sí. Pero Él les dio al hombre y a la mujer la oportunidad de venir a Él, y de arrepentirse.
En su lugar se escondieron, y luego se dieron excusas.
Y así, ¿cuál es la respuesta de Dios?
Y el SEÑOR Dios dijo a la serpiente:
“Por cuanto has hecho esto,
Maldita serás más que todos los animales,
Y más que todas las bestias del campo.
Sobre tu vientre andarás,
Y polvo comerás
Todos los días de tu vida.
Pondré enemistad
Entre tú y la mujer,
Y entre tu simiente y su simiente;
él te herirá en la cabeza,
Y tú lo herirás en el talón.”
Génesis 3:14-15
Para la serpiente, una vida en el polvo, en conflicto con los humanos.
A la mujer dijo:
“En gran manera multiplicaré
Tu dolor en el parto,
Con dolor darás a luz los hijos.
Con todo, tu deseo será para tu marido,
Y él tendrá dominio sobre ti.”
Génesis 3:16
Para la mujer – dolor en el parto. La segunda parte del versículo es más difícil, pero parece que hablar sobre el conflicto constante entre esposas y sus maridos. En lugar de una vida de amor perfecto, una lucha por el dominio.
Entonces el SEÑOR dijo a Adán: “Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: ‘No comerás de él,’
Maldita será la tierra por tu causa;
Con trabajo comerás de ella
Todos los días de tu vida.
Espinos y cardos te producirá,
Y comerás de las plantas del campo.
Con el sudor de tu rostro
Comerás el pan
Hasta que vuelvas a la tierra,
Porque de ella fuiste tomado;
Pues polvo eres,
Y al polvo volverás.”
Génesis 3:17-19
El trabajo es algo bueno, dado por Dios. Pero después de la caída, el trabajo se hizo difícil y doloroso. Sería una lucha para sobrevivir – pero la muerte se va a ganar.
¡Muchas malas noticias!
Pero hay buenas noticias también. Por ejemplo, “Con dolor darás a luz los hijos.” – Sí, con dolor. Pero la mujer va a dar a luz hijos. Hay un futuro para los humanos. Por eso, Adán, en fe, le dio a su esposa un nombre. “El hombre le puso por nombre Eva a su mujer, porque ella era la madre de todos los vivientes.” (Génesis 3:20)
Y hay más. la simiente de la mujer – su descendiente o descendientes – van a herir la cabeza de la serpiente – un golpe mortal.
Mira – Dios no habla de la descendencia del hombre, pero de la mujer.
Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a Su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, a fin de que redimiera a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos la adopción de hijos.
Gálatas 4:4-5
El Aplastador de la Serpiente viene – nacido de mujer – para salvar a nosotros.
En la pena, hay una promesa. Una promesa de un Mesías, un Salvador. Y ya sabemos – su Nombre es Jesús.
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