El Sacrificio Final
NBLA Biblia de Estudio MacArthur |
Recientemente nos fijamos en un par de los sacrificios en Levítico. Los sacrificios eran un recordatorio brutal del pecado, año tras año.
Pero Dios no nos pide a ofrecer sacrificios de animales hoy en día, debido a que el sacrificio final ya ha sido ofrecido.
Sean, pues, imitadores de Dios como hijos amados; y anden en amor, así como también Cristo les amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma.
Efesios 5:1-2
Nos recuerda de las palabras en Levítico 1:9 – Es una ofrenda encendida de aroma agradable para el SEÑOR.
De veras, la ofrenda de Jesús – en la cruz – fue una ofrenda agradable para Dios.
El tabernáculo, los sacrificios – todos los rituales del Antiguo Testamento, finalmente se esclarecen cuando vemos a Jesús. Sacrificios constantes en realidad nunca perdonaron el pecado. Siempre era Jesús y su sacrificio en la cruz.
El autor de Hebreos brillantemente explica esto en Hebreos 8-10. La Ley de Moisés – el pacto con los israelitas – es una sombre – una copia – de cosas celestalies. Hay algo mejor – un pacto mejor – en que Jesucristo es el sumo sacerdote, y el sacrificio.
El antiguo pacto se ha hecho anticuado. Ahora, no hay necesidad de un recordatorio constante de los pecados, día tras día, semana tras semana, año tras año (Hebreos 10:1-4).
Porque Cristo no entró en un lugar santo hecho por manos, una representación del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de Dios por nosotros, y no para ofrecerse a sí mismo muchas veces, como el sumo sacerdote entra al Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.
De otra manera, a Cristo le hubiera sido necesario sufrir muchas veces desde la fundación del mundo; pero ahora, una sola vez en la consumación de los siglos, se ha manifestado para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo.
¿Lo entiendes? Si estás en Cristo, el pecado ha sido quitado, para siempre.
Ciertamente todo sacerdote está de pie, día tras día, ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados.
Pero Cristo, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios, esperando de ahí en adelante hasta que Sus enemigos sean puestos por estrado de Sus pies. Porque por una ofrenda El ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados.
Hebreos 10:11-14
¿Es Jesucristo tu Salvador? Él es un Salvador perfecto. Él no deja nada sin terminar. El sacrificio es completo, para siempre. ¡Consumado es!
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