Génesis 6:8-7:24 (sermón)
Un sermón de Génesis 6:8-7:24 (el Diluvio).
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Balaam fue un profeta gentil de Pedro (en Mesopotamia), el hijo de Beor. Él es recordado por su avaricia (2Pedro 2:15).
Cuando Balac, el rey de Moab, tuvo miedo de los israelitas, invocó a Balaam para que los maldijera. En su codicia por el dinero, Balaam obedeció, pero Dios lo hizo bendecir a Israel en lugar de maldecirlos. Por esta razón, tenemos algunas profecías verdaderas sobre Israel de Balaam.
Balaam también aconsejó a las mujeres de Madián tentar a los israelitas a ser “infieles a Yahvé” (Números 31:16).
Finalmente, los israelitas mataron a Balaam en una batalla contra los madianitas (Números 31:8).
Lo que probablemente hace famoso a Balaam hoy es su burra. Dios envió un ángel para matarlo, pero su burra vio al ángel y salvó la vida de Balaam. Finalmente, la burra de heco le habló a Balaam, demostrando así que un animal tenía más sabiduría que el profeta necio.
Dios no es hombre, para que mienta,
Ni hijo de hombre, para que se arrepienta.
¿Lo ha dicho El, y no lo hará?
¿Ha hablado, y no lo cumplirá?
Mira, he recibido orden de bendecir;
Si El ha bendecido, yo no lo puedo anular.
Números 23:19-20 (parte de la segunda profecía de Balaam)
Un sermón de 2Pedro 1:15-21. Una disculpa por la mala calidad de esta grabación. Estaba parado al lado de un generador y hablando al aire libre. 🙂
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Escuchar a otros sermones aquí.
La Biblia enseña que morimos una vez, y luego esperamos el juicio. Los muertos no están en un viaje que conduce al cielo. Están con Cristo, o esperando la condenación. Hebreos 9:27; 2 Pedro 2:9
Jesús una vez habló de un “gran abismo” entre aquellos en juicio y aquellos en el paraíso. Lucas 16:26
No hay posibilidad de redención después de la muerte. La Biblia nos enseña que seremos juzgados por nuestras hechos estando en el cuerpo. Debes buscar el perdón en Jesucristo ahora, antes de que sea demasiado tarde. 2Corintios 5:10, 20-21; Isaías 55:6-7
El Proverbio de hoy:
Se alargan los días y desaparece toda visión.
~ El Pueblo de Israel
Ezequiel 12:22
Hoy vemos un proverbio que en realidad era un signo de incredulidad. El pueblo de Israel había comenzado a creer que Dios no cumpliría sus promesas a ellos. Los días eran largos y no había más visiones.
Pero Dios los reprendió:
Haré cesar este proverbio para que ya no lo usen como proverbio en Israel. Se acercan los días y el cumplimiento de toda visión. Porque ya no habrá ninguna visión falsa ni adivinación lisonjera en medio de la casa de Israel. Porque Yo, el SEÑOR, hablaré, y toda palabra que diga se cumplirá.
Ezequiel 12:23-25
Incluso hoy, algunas personas piensan absurdamente que Dios no cumplirá sus promesas, y que todo continuará de la misma manera. Pero…
…el día del Señor vendrá como ladrón, en el cual los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos serán destruidos con fuego intenso, y la tierra y las obras que hay en ella serán quemadas.
2Pedro 3:10
El Proverbio de hoy:
La puerca lavada, vuelve a revolcarse en el cieno.
~ Desconocido
2Pedro 2:22
Sí, hay proverbios en otras partes de la Biblia también. Aquí en 2Pedro, el Apóstol habla de falsos maestros en la iglesia local. Pueden parecer buenos, incluso pueden decir cosas buenas, cosas verdaderas. Pero sus mentiras y avaricia serán reveladas.
Pedro comienza citando el proverbio de ayer. Luego comparte una nueva – tal vez la escribió, o tal vez era un proverbio familiar para las personas que conocía.
Les ha sucedido a ellos [los falsos maestros] según el proverbio verdadero: “El perro vuelve a su propio vomito,” y: “La puerca lavada, vuelve a revolcarse en el cieno.”
2Pedro 2:22
El primer versículo: Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han recibido una fe como la nuestra, mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador, Jesucristo:
(2Pedro 1:1)
El último versículo: Antes bien, crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A El sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
(2Pedro 3:18)
Versículos clave para meditar en / memorizar:
Pues Su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de Aquél que nos llamó por Su gloria y excelencia. Por ellas El nos ha concedido Sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que ustedes lleguen a ser partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo por causa de los malos deseos.
2Pedro 1:3-4
Porque cuando les dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, no seguimos fábulas ingeniosamente inventadas, sino que fuimos testigos oculares de Su majestad.
2Pedro 1:16
Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre ustedes, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al Señor que los compró, trayendo sobre sí una destrucción repentina.
2Pedro 2:1
Puesto que todas estas cosas han de ser destruidas de esta manera, ¡qué clase de personas no deben ser ustedes en santa conducta y en piedad, esperando y apresurando la venida del día de Dios, en el cual los cielos serán destruidos por fuego y los elementos se fundirán con intenso calor! Pero, según Su promesa, nosotros esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia.
2Pedro 3:11-13
Como muchos de las epístolas, Pedro empieza con el Señor: “Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han recibido una fe como la nuestra, mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador, Jesucristo” (2Pedro 1:1).
Según 2Pedro, Jesucristo es el rey de un reino eterno (2Pedro 1:11). Es el conocimiento de Jesucristo que es un clave de la fe (2Pedro 1:1-8; 2Pedro 3:18).
Jesús es el Salvador, pero también el Juez, como dice en 2Pedro 2:9:
El Señor, pues, sabe rescatar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos bajo castigo para el día del juicio…
Él es paciente con su pueblo, pero el juicio viene a los malvados:
El Señor no se tarda en cumplir Su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con ustedes, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón, en el cual los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos serán destruidos con fuego intenso, y la tierra y las obras que hay en ella serán quemadas.
2Pedro 3:9-10
Personajes: Pedro, los creyentes verdaderos, los falso maestros
Pedro usa muchos ejemplos del Antiguo Testamento para ilustrar sus puntos, como Noé, y los injustos de su tiempo, de Lot, Sodoma y Gomorra, y Balaam. Y su enfoque está en Dios y su Hijo Jesús y el Espíritu Santo.
Clave: Apostasía
Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre ustedes, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al Señor que los compró, trayendo sobre sí una destrucción repentina. Muchos seguirán su sensualidad, y por causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado. En su avaricia los explotarán con palabras falsas. El juicio de ellos, desde hace mucho tiempo no está ocioso, ni su perdición dormida.
2Pedro 2:1-3
Pedro sabía que su muerte se acercaba, y él estaba preocupado por la iglesia (2Pedro 1:13-14). ¿Permanecerían firmes, recordarán la verdad, mientras que los falsos maestros se infiltraron en muchas congregaciones?
Así, en su epístola, él recuerda a los creyentes las verdades básicas sobre la salvación, y cómo debe vivir un creyente. Hay muchos que han dejado la iglesia – o, que todavía pueden decir ser creyentes, pero han dejado la verdadera fe, y están enseñando mentiras. Esto es apostasía, reclamar ser un creyente y luego demostrar que uno no lo es.
¿Cómo es diferente esta apostasía de la verdadera fe? Bueno, “… cuando les dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, no seguimos fábulas ingeniosamente inventadas, sino que fuimos testigos oculares de Su majestad” (2Pedro 1:16). La verdadera fe se basa en la historia verdadera, compartida por testigos oculares.
Y la palabra de Dios – no viene de la imaginación humana, “sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios” (2Pedro 1:21).
Los falsos maestros, los apóstatas, seguirán sus propias pasiones y deseos egoístas. Ellos son ignorantes. Desprecian la autoridad. Ellos aman la ganancia egoísta, y son contaminados por el mundo (2Pedro 2).
Pero ellos serán condenados por el Señor. Sólo asegúrese de que no están condenados junto con ellos.
Por tanto, amados, sabiendo esto de antemano, estén en guardia, no sea que arrastrados por el error de hombres libertinos, caigan de su firmeza. Antes bien, crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A El sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
2Pedro 3:17-18