¿Cuál es el séptimo mandamiento? (El Catecismo de 1 Año)
P. ¿Cuál es el séptimo mandamiento?
R. El séptimo mandamiento es: “No cometerás adulterio”. (Éxodo 20:14)
P. ¿Cuál es el séptimo mandamiento?
R. El séptimo mandamiento es: “No cometerás adulterio”. (Éxodo 20:14)
P. ¿Cuál es el sexto mandamiento?
R. El sexto mandamiento es: No matarás. (Éxodo 20:13)
P. ¿Cuál es el quinto mandamiento?
R. El quinto mandamiento es: Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. (Éxodo 20:12)
P. ¿Cuál es el cuarto mandamiento?
R. El cuarto mandamiento es: Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó. (Éxodo 20:8-11)
P. ¿Cuál es el tercer mandamiento?
R. El tercer mandamiento requiere el uso santo y reverente de los nombres de Dios, sus títulos, atributos, ordenanzas, palabra y obras.
Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo:
“¡Grandes y maravillosas son Tus obras, oh Señor Dios, Todopoderoso!
¡Justos y verdaderos son Tus caminos, oh Rey de las naciones!
¡Oh Señor! ¿Quién no temerá y glorificará Tu nombre?
Pues sólo Tú eres santo;
Porque todas las naciones vendrán
y adorarán en Tu presencia,
Pues Tus justos juicios han sido revelados.”
Si tomamos este mandamiento solo como una advertencia a decir el Nombre de Dios cortésmente, estamos perdiendo el punto. En la Biblia, “Nombre” habla de mucho más que lo que llamamos a alguien. El Nombre de Dios representa todo lo que Él es. Por eso tenemos hablar – y vivir – en el respeto y honor de Dios.
P. ¿Cuál es el tercer mandamiento?
R. El tercer mandamiento es: No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. (Éxodo 20:7)
No vamos a tomar el tiempo para examinar toda la evidencia para el Antiguo Testamento. Esto es sólo una introducción a algunos de los temas te puede estudiar por tu cuenta.
Entonces, hoy vamos a los Libros de Moisés – los primeros cinco libros de la Biblia – para ver algunas pistas de la fecha de los libros y del autor.
Primero, Éxodo 24:4:
Moisés escribió todas las palabras del Señor. Levantándose muy de mañana, edificó un altar al pie del monte, con doce columnas por las doce tribus de Israel.
Hay veces en muchos libros de la Biblia cuando tenemos un registro directo de la autoría.
Pero fue Moisés realmente calificado para escribir estos libros? ¿Tenía la educación?
Cuando la hija de Faraón bajó a bañarse al Nilo, mientras sus doncellas se paseaban por la ribera del río, vio la cestilla entre los juncos y mandó a una criada suya para que la trajera. Al abrirla, vio al niño, y oyó que el niño lloraba. Le tuvo compasión, y dijo: “Este es uno de los niños de los Hebreos.”
Entonces la hermana del niño dijo a la hija de Faraón: “¿Quiere que vaya y llame a una nodriza de las Hebreas para que críe al niño?”
“Sí, ve,” respondió la hija de Faraón. La muchacha fue y llamó a la madre del niño.
Y la hija de Faraón le dijo: “Llévate a este niño y críamelo, y yo te daré tu salario.” La mujer tomó al niño y lo crió.
Cuando el niño creció, ella lo llevó a la hija de Faraón, y vino a ser hijo suyo; y le puso por nombre Moisés, diciendo: “Pues lo he sacado de las aguas.”
Esta es la historia de Éxodo 2:5-10.
Imagínete la situación en que Moisés creció. En primer lugar, él tenía acceso al pueblo de Israel. Podía oír sus historias, aprender su tradición, hablar su idioma.
En segundo lugar, fue criado en las cortes de Egipto. Podía visitar a sus bibliotecas, aprender de sus sabios, conocer gente de otras culturas.
Moisés fue excepcionalmente calificado para comunicar y dirigir.
Y alzó Lot los ojos y vio todo el valle del Jordán, el cual estaba bien regado por todas partes (esto fue antes de que el Señor destruyera a Sodoma y Gomorra) como el huerto del SEÑOR, como la tierra de Egipto rumbo a Zoar.
Piensa en este texto de Génesis 13:10. Hay algo muy interesante aquí.
Este versículo describe el valle del Jordán comparándolo con parte de Egipto. El autor, y los lectores, estaban familiarizados con Egipto – ¡tal vez más familiarizados con Egipto que con Israel!
Esto no suena como algo que fue escrito cientos de años después, en Israel. Pero suena como algo que Moisés habría escrito en el desierto.
Hay muchos ejemplos de este tipo. Pero voy a incluir uno más que es un poco interesante – Éxodo 25:5: pieles de carnero teñidas de rojo, pieles de marsopa y madera de acacia.
Este pasaje habla de los materiales que se utilizan para el Tabernáculo. Es interesante porque las acacias son muy raras en Israel, pero comunes en el desierto.
Pero hay un otra palabra difícil aquí – marsopa. En otras versiones, tejones, o delfín. La palabra en hebreo es difícil traducir, pero es posible que habla de un animal se llama el dugongo. Es como una especie de manatí. No vivía en cualquier lugar cerca de Israel, pero eran abundantes en los mares cercanos a Egipto y Arabia.
A lo largo de los libros de Moisés leemos acerca de los animales y las plantas que no son de Israel, sino de Egipto y el desierto. Muy extraño si estos libros fueron escritos en realidad mucho tiempo después de la época de Moisés, por las personas que viven en Israel.
Sí, hay mucha evidencia que tenemos los libros de Moisés. Y la próxima vez vamos a hablar acerca de cómo esos libros llegaron a nosotros.
P. ¿Cuál es el segundo mandamiento?
R. El segundo mandamiento es: No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. (Éxodo 20:4-6)
P. ¿Cuál es el primer mandamiento?
R. El primer mandamiento es: No tendrás dioses ajenos delante de mí. (Éxodo 20:3)
Para los Diez Mandamientos, voy a usar la Reina Valera 1960 en las respuestas, porque es una versión muy conocida.
P. ¿Qué nos enseña el prefacio a los diez mandamientos?
R. El prefacio de los diez mandamientos nos enseña que porque Dios es el Señor, y nuestro Redentor misericordioso, sus mandamientos son para nuestro bien y Él no desea que nosotros dependemos de nosotros mismos en mantenerlos, sino a confiar en su gracia y poder.
“Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre.
Éxodo 20:2