Hermanos, aun si alguien es sorprendido en alguna falta, ustedes que son espirituales, restáurenlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. (Gálatas 6:1)
La persona espiritual anda en Espíritu, y es energizado por el Espíritu. Él es uno en el que la obra del Espíritu no se ve obstaculizada por el pecado no confesado.
Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe. (Gálatas 6:10)
Sagrado es el amor que ha unido aquí, A los que un Dios y Salvador gozamos en servir. A nuestro Padre Dios, rogamos con fervor, Alúmbrenos la misma luz, nos una el mismo amor.
no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. (Filipenses 2:4)
Es cuando nos determinamos consistentemente a buscar lo mejor para los demás que nuestras relaciones se elevan por encima del nivel de la lucha egoísta. Debemos “[llevar] los unos las cargas de los otros, y cumplan así la ley de Cristo” (Gálatas 6:2).
No juzguen para que no sean juzgados. … ¿Por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo? (Mateo 7:1,3)
A pesar de que es citado a menudo para sugerir que nunca debemos juzgar a los demás, Mateo 7:1 no quiere decir eso. En la iglesia se nos da esa responsabilidad (1Corintios 6:1-2), pero hemos de tener cuidado de ejercer el “juicio justo” (Juan 7:24). Jesús está hablando sobre el juicio hipócrita de los fariseos, que vieron los defectos de todos, pero no sus propias faltas. Debemos ocuparnos de nuestros propios pecados en primer lugar (Mateo 7:5), y luego las de los demás (cf 1Corintios 11:28,31; Gálatas 6:1).
Para libertad fue que Cristo nos hizo libres. Por tanto, permanezcan firmes, y no se sometan otra vez al yugo de esclavitud. (Gálatas 5:1)
Algunos falsos maestros conocidos como “judaizantes” decían los Gálatas que no sólo tenían que confiar en Cristo, sino también mantener la ley judía (específicamente con respecto a la circuncisión, Gálatas 5:2-3) con el fin de ser salvos. La Ley había colocado un yugo (una carga) en el pueblo de Dios en el sentido de que sólo podía revelar su pecado, sino que no tenía poder para salvar. La Ley ordenó, pero no fortaleció. Gracia ofrece la justicia que la ley exige, como un don gratuito, y luego nos equipa para vivir por el poder del Espíritu Santo, de acuerdo con nuestra posición en Cristo.
Yo, pues, prisionero del Señor, les ruego que ustedes vivan de una manera digna de la vocación con que han sido llamados. Que vivan con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándose unos a otros en amor (Efesios 4:1-2)
La mansedumbre (o como algunas versiones traducen “ser amable”) es la fuerza bajo control, parte del fruto del Espíritu (Gálatas 5:23), que permite a alguien para poner la voluntad de Dios y el bien de los demás antes de los “derechos” personales.
La Biblia en realidad tiene mucho que decir acerca de errores y falsos maestros. Por supuesto no vamos a hacer un estudio en profundidad sobre cualquier tema específico hoy.
Y tenemos que recordar, no hay manera instantánea o mágica para identificar error. Y los grandes maestros a veces enseñan cosas equivocadas, mientras que los maestros intencionalmente engañosas a menudo (por lo general?) enseñan cosas buenas.
Así que en la mayoría de los casos, estas cosas son más como “toques de atención” para abrir su mente para pensar lo que se dice con un poco más de cuidado.
Pronto vamos a estar hablando de lo que puede ser la parte más importante de este estudio – la forma de responder. Así que tengan paciencia conmigo, todavía estamos en el tema de como escuchar y pensar cuidadosamente.
Bueno, a continuación hay una lista de sólo algunas cosas que la Biblia dice acerca de este tema. No es una lista completa (tal vez usted puede pensar en otros ejemplos):
Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley. (Gálatas 5:22-23)
Manantial de gozo y paz, llévame a la viva fuente, Con el pan celeste, oh, haz que yo siempre me alimente; Tu palabra en mí, Señor, frutos dé para tu honor.
Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a Su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, a fin de que redimiera a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos la adopción de hijos. (Gálatas 4:4-5)
Maravillosa gracia llama con dulce voz, Llámanos a ser hechos hijos de nuestro Dios; Colma de su consuelo, nos llena de virtud, Es la maravillosa gracia de Jesús. ~William Robert Adell~
Pues los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. (Gálatas 5:24)
Los cristianos no tienen que someter a la naturaleza vieja y pecaminosa (“la carne”) en el interior, ya que fue crucificado cuando ponen su fe en Cristo para la salvación. Esto no significa que la naturaleza del pecado sea erradicado, pero se ha juzgado en la cruz. (Esto es una realidad jurídica o posicional, una realidad para todos los creyentes.) Ahora, en la experiencia cotidiana, caminando en el poder del Espíritu (Gálatas 5:25) podemos tener victoria sobre la carne y vivir en “novedad de vida” (Romanos 6:3-4, 11-13).