El primer versículo:Palabra del SEÑOR que vino a Miqueas de Moréset en los días de Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá; lo que vio acerca de Samaria y Jerusalén. (Miqueas 1:1)
El último versículo:Otorgarás a Jacob la verdad Y a Abraham la misericordia, Las cuales juraste a nuestros padres Desde los días de antaño. (Miqueas 7:20)
Versículos clave para meditar en / memorizar:
El juzgará entre muchos pueblos, Y enjuiciará a naciones poderosas y lejanas; Entonces forjarán sus espadas en rejas de arado Y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, Ni se adiestrarán más para la guerra. Cada uno se sentará bajo su parra Y bajo su higuera, Y no habrá quien los atemorice, Porque la boca del Señor de los ejércitos ha hablado. Miqueas 4:3-4
Pero tú, Belén Efrata, Aunque eres pequeña entre las familias de Judá, De ti Me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, Desde los días de la eternidad. Miqueas 5:2
El te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el SEÑOR de ti, Sino sólo practicar la justicia, amar la misericordia, Y andar humildemente con tu Dios? Miqueas 6:8
No te alegres de mí, enemiga mía. Aunque caiga, me levantaré, Aunque more en tinieblas, el SEÑOR es mi luz. La indignación del SEÑOR soportaré, Porque he pecado contra El, Hasta que defienda mi causa y establezca mi derecho. El me sacará a la luz, Y yo veré Su justicia. Miqueas 7:8-9
¿Qué Dios hay como Tú, que perdona la iniquidad Y pasa por alto la rebeldía del remanente de su heredad? No persistirá en Su ira para siempre, Porque se complace en la misericordia. Volverá a compadecerse de nosotros, Eliminará nuestras iniquidades. Sí, arrojarás a las profundidades del mar Todos nuestros pecados. Otorgarás a Jacob la verdad Y a Abraham la misericordia, Las cuales juraste a nuestros padres Desde los días de antaño. Miqueas 7:18-20
Como hemos visto, Dios estaba enojado con los líderes de Israel. Los sacerdotes y los profetas eran corruptos, los líderes despreciaron rectitud y la justicia (Miqueas 3:9-12).
El pueblo de Dios necesita un nuevo líder.
Y ese líder era el mismo Dios.
El [Yahvé] juzgará entre muchos pueblos, Y enjuiciará a naciones poderosas y lejanas; Entonces forjarán sus espadas en rejas de arado Y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, Ni se adiestrarán más para la guerra. Cada uno se sentará bajo su parra Y bajo su higuera, Y no habrá quien los atemorice, Porque la boca del SEÑOR de los ejércitos ha hablado. Miqueas 4:3-4
Pero luego viene un versículo que es familiar para muchos de nosotros…
Pero tú, Belén Efrata, Aunque eres pequeña entre las familias de Judá, De ti Me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, Desde los días de la eternidad. Miqueas 5:2
Dios será el líder de Israel – pero – ¿también una persona de Belen? Pero – esa persona no es un hombre normal, pero ¡una persona que ha existido durante toda la eternidad! (Juan 1:1)
Este líder de Israel sería un buen pastor, en sustitución de los líderes corruptos.
Y El se afirmará y pastoreará Su rebaño Con el poder del SEÑOR, Con la majestad del nombre del SEÑOR Su Dios. Y permanecerán, Porque en aquel tiempo El será engrandecido Hasta los confines de la tierra. El será nuestra paz… Miqueas 5:4-5
Tiempos difíciles vienen – Porque el hijo trata con desdén al padre, la hija se levanta contra la madre, y la nuera contra su suegra; los enemigos del hombre son los de su propia casa. (Miqueas 7:6; Mateo 10:32-39)…
Pero yo pondré mis ojos en el SEÑOR, Esperaré en el Dios de mi salvación. Mi Dios me oirá. No te alegres de mí, enemiga mía. Aunque caiga, me levantaré, Aunque more en tinieblas, el SEÑOR es mi luz. Miqueas 7:7-8
El Pastor de Belén, Dios en la carne, finalmente traerá la salvación y el perdón a su pueblo.
¿Qué Dios hay como Tú, que perdona la iniquidad Y pasa por alto la rebeldía del remanente de su heredad? No persistirá en Su ira para siempre, Porque se complace en la misericordia. Volverá a compadecerse de nosotros, Eliminará nuestras iniquidades. Sí, arrojarás a las profundidades del mar Todos nuestros pecados. Otorgarás a Jacob la verdad Y a Abraham la misericordia, Las cuales juraste a nuestros padres Desde los días de antaño. Miqueas 7:18-20
Personajes: Miqueas de Moréset, las naciones de Israel y Judá, sus gobernantes y nobles, Asiria
Miqueas también recuerda a sus oyentes del pasado – Abraham, Moisés, Miriam, Balaam. Dios redimió al pueblo, Dios hizo un pacto con Abraham. Dios no se olvide de sus promesas.
Miqueas advierte Judá e Israel del juicio de Dios. Los gobernantes de los dos reinos fueron acusados por Dios de la maldad y la corrupción.
Oigan ahora esto, jefes de la casa de Jacob Y gobernantes de la casa de Israel, Que aborrecen la justicia Y tuercen todo lo recto, Que edifican a Sion con sangre Y a Jerusalén con iniquidad. Sus jefes juzgan por soborno, Sus sacerdotes enseñan por precio, Sus profetas adivinan por dinero, Y se apoyan en el SEÑOR, diciendo: “¿No está el SEÑOR en medio de nosotros? No vendrá sobre nosotros mal alguno.” Por tanto, a causa de ustedes, Sion será arada como un campo, Jerusalén se convertirá en un montón de ruinas, Y el monte del templo será como las alturas de un bosque. Miqueas 3:9-12
La gente necesitan la justicia, así como el perdón y el amor. Así que Dios iba a enviar un Buen Pastor (Juan 10:14-15) para reemplazar a los líderes corruptos de la nación.
Y El se afirmará y pastoreará Su rebaño Con el poder del SEÑOR, Con la majestad del nombre del SEÑOR Su Dios. Y permanecerán, Porque en aquel tiempo El será engrandecido Hasta los confines de la tierra. Miqueas 5:4
Hurtar, o robar, en el octavo mandamiento, significa tomar algo que no te pertenece, especialmente de una manera sigilosa (para que el dueño no es consciente en el momento). Esto incluye el robo de una persona (el secuestro).
Y así, ¿qué nos dice esto acerca de nuestros empleados? ¿Nuestro gobierno? ¿Nuestra economía? Y si es malo robar, ¿qué es lo opuesto? ¿Cómo debemos manejar las posesiones?
Me rompe el corazón ver a tanta gente en el mundo de hoy que están pensando en el suicidio. Es imposible poner el horror del suicidio en palabras. Amigos, realmente hay esperanza en esta vida. Hay esperanza, incluso cuando no podemos verla.
Muchas personas se pregunta – ¿Dios perdona el suicidio? Vamos a pensar en esa pregunta con mucho cuidado hoy.
Lo más importante es, ¿qué dice la Biblia sobre el suicidio? ¿Es pecado el suicidio?
La Biblia y el Suicidio
Dios nos habló claramente en los Diez Mandamientos: No matarás (No asesinarás). (Éxodo 20:13)
No hay duda de que el suicidio es el asesinato intencional de uno mismo. Sólo Dios tiene el derecho de dar y quitar la vida.
Sabemos que el asesinato es un pecado que merece el infierno. Dice en Apocalipsis 21:8: Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras, y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
Sí, es pecado suicidarse. La Biblia es clara en este punto.
Pero si es pecado el suicidio, ¿es el suicidio el pecado imperdonable? Es decir, ¿es el suicidio en una clase especial de pecado?
En Marcos 3:22-30, y Mateo 12:24-37, Jesús habla a los Fariseos y escribas sobre el pecado imperdonable – la blasfemia contra el Espíritu Santo. Él estaba acusando a la gente no de el suicidio, pero de atribuir la obra evidente del Espíritu Santo en Él a Satanás.
Ese es un tema para otro momento, pero es evidente que Jesús no estaba hablando de suicidio. En ninguna parte de la Escritura dice Dios que el suicidio es un tipo especial de pecado que no puede ser perdonado nunca.
Si el suicidio no es un pecado en una clase o categoría especial, ¿es posible que no hay perdón porque no hay oportunidad para el arrepentimiento? Si es así, ¿Qué pasa si cometo otro pecado, y me muero en este momento?
Quiero clarificar algunas cosas primeras.
No es posible conocer el corazón de alguien. No puedo juzgar los motivos del corazón. Pero sí sé que Dios es justo y haré lo que es correcto (Deuteronomio 32:4).
No voy a sugerir que hay una oportunidad para el arrepentimiento y el perdón después de la muerte. La Biblia no nos da esa esperanza. (Hebreos 9:27; Lucas 16:24-26)
No voy a hablar sobre la enfermedad mental grave y el suicidio. El suicidio en ese caso sigue siendo una cosa terrible, pero sólo Dios sabe cómo juzgar a alguien que es tan enfermo mentalmente que no saben lo que está haciendo. Pero eso no es la cuestión de que estamos hablando hoy.
¿El “Suicidio Cristiano”?
Tal vez podemos hacer la pregunta – ¿existe el suicidio cristiano? ¿Es posible para un cristiano perder toda esperanza y suicidarse?
Porque tenemos esperanza en Cristo, y el Espíritu Santo en nosotros, yo espero que el suicidio cristiano es muy raro. Y – escucha bien – si tú o alguien que conoces está pensando en suicidarse, la pregunta es – ¿realmente entiendes el Evangelio? ¿realmente conoces la esperanza de Cristo?
Amigos, sólo hay esperanza de vida y el Cielo en Él. Sin Jesús, no hay perdón por cualquier pecado. ¡Qué triste si una persona piensa que tiene la salvación, y llegen al trono de Dios para encontrar que realmente no conoce a Cristo (Mateo 7:22-23)!
Amigos, ¡examínense a sí mismos, antes de que sea demasiado tarde (2Corintios 13:5)!
Pero si el suicidio es un pecado, como la inmoralidad y la mentira (como dice en Apocalipsis), tenemos que enfrentar la realidad que podría ser posible para un cristiano pecar. En un tiempo de debilidad, un cristiano puede optar por el pecado – incluso un pecado grave como el suicidio.
¿Dios perdona el suicidio?
El suicidio es pecado, como mentir y robar. ¿Pero cómo tenemos perdón de pecado?
Tenemos perdón sólo en Cristo.
Y hablando del pecado imperdonable, Jesús dijo también – “todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres”. ¡Todo!
La persona que se ha arrepentido de su pecado y puesto su fe en Cristo es perdonado de todos sus pecados. Todos – pecados pasados, presentes, y futuros (Hebreos 10:11-18).
¿Qué falta en la justicia perfecta de Cristo? ¡Nada!
¿Dios perdona el suicidio? Sí, pero sólo en un lugar – en un tiempo. Una tarde, hace dos mil años, en una cruz de madera.
Si has caído a los pies de Cristo, y reconocido que él es el Señor, arrepentido de tus pecados … si toda tu confianza está en Él para la salvación, y no en ti mismo – tienes perdón.
¡Y el creyente ya tiene la vida eterna (Juan 3:16)! ¡La vida eterna empieza en el momento de la salvación!
Obviamente, si estás leyendo este artículo no te ha suicidado, aunque es posible que haya intentado en el pasado. Si es así, hay perdón para ti. Y esperanza increíble para el futuro.
Pero – ¿Por qué nos confesamos nuestros pecados?
Si ya tenemos perdón, ¿por qué confesar nuestros pecados?
Bueno, para la salvación confesamos nuestros pecados para el perdón y la vida eterna. Pero si ya estamos cristianos, en Cristo, tenemos un propósito un poco distinto.
Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a Su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, a fin de que redimiera a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos la adopción de hijos. Y porque ustedes son hijos, Dios ha enviado el Espíritu de Su Hijo a nuestros corazones, clamando: “¡Abba! ¡Padre!” Por tanto, ya no eres siervo, sino hijo; y si hijo, también heredero por medio de Dios.
Somos hijos de nuestro Padre, Dios. Somos adoptados. Incluso cuando pecamos, somos todavía una parte de la familia de Dios.
Pero el pecado todavía tiene consecuencias terribles. Nos duele, y duele a Dios y lastima nuestra relación con Dios.
Si eres creyente, hermano, puedes tener la confianza de que Dios te perdona en Cristo. Y si confiesas tus pecados, Él te limpiará y tu relación con tu padre será restaurado.
Y ¿si pecas en el último momento de la vida, sin la oportunidad de confesar? O ¿si has olvidado de un pecado, o has pecado sin intención, y nunca has pedido perdón específicamente?
Si tu fe en Cristo es real, Dios sólo ve la vida justa y perfecta de Cristo, y no tu pecado – y eso incluye el pecado del suicidio.
La respuesta corta.
¿Dios perdona el suicidio? Sí – pero sólo en Cristo. Si estás pensando en el suicidio, o has intentado suicidarse, busca ayuda para ver si realmente entiendes el Evangelio.
Si eres un creyente, por favor busca ayuda para no caer en este pecado tan grave. Hay ayuda y hay esperanza en Cristo.
Querido Padre, da esperanza a todos nosotros a través de su Espíritu. Ayuda a los que no son perdonados en Su Hijo, a inclinarse ante Él y encontrar el verdadero amor y la vida. Amen.