Juan 10 (Meditaciones en Juan)

En el capítulo 10 del Evangelio de Juan, el Verdadero Pastor se enfrenta a los falsos pastores.

Dios mismo siempre es identificado como el verdadero Pastor de Su pueblo (el Salmo 23 es el más famoso). Se suponía que los líderes de Israel debían ser pastores bajo Su dirección, que cuidaban del rebaño, pero se habían convertido en falsos pastores.

Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR:
«Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y di a los pastores: “Así dice el Señor DIOS:
‘¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No deben los pastores apacentar el rebaño? Comen la grasa, se han vestido con la lana, degüellan la oveja engordada, pero no apacientan el rebaño. Ustedes no han fortalecido a las débiles, no han curado a la enferma, no han vendado a la herida, no han hecho volver a la descarriada, no han buscado a la perdida; sino que las han dominado con dureza y con severidad. Las ovejas se han dispersado por falta de pastor, y se han convertido en alimento para toda fiera del campo. ¡Se han dispersado! Mis ovejas andaban errantes por todos los montes y por toda colina alta. Mis ovejas han sido dispersadas por toda la superficie de la tierra, sin haber quien las busque ni pregunte por ellas’”».

Ezequiel 34:1-6

¿Cuál es la diferencia entre los falsos pastores y el Verdadero Pastor?

Los Falsos Pastores: No vinieron de Dios. (“el que no entra por la puerta”)
El Verdadero Pastor: Jesús fue enviado por el Padre y cumplió la profecía como el Mesías. (“el que entra por la puerta”; “el Padre me conoce y Yo conozco al Padre”; “Este mandamiento recibí de Mi Padre”; “a quién el Padre santificó y envió al mundo”)

Los Falsos Pastores: No son reconocidos por las ovejas. (“no conocen la voz de los extraños”)
El Verdadero Pastor: Es reconocido por las ovejas. (“las ovejas oyen su voz … conocen su voz”; “ustedes no creen porque no son de Mis ovejas. Mis ovejas oyen Mi voz“)

Los Falsos Pastores: Ya no tienen el control.
El Verdadero Pastor: Él se lleva las ovejas y conduce Su rebaño hacia adelante. (“Cuando saca todas las suyas, va delante de ellas”; “Yo las conozco y me siguen”; “nadie las arrebatará de Mi mano”)

Los Falsos Pastores: “Viene[n] para robar, matar y destruir”
El Verdadero Pastor: Él los protege, los salva y les da vida eterna abundante. (“Yo soy la puerta de las ovejas”; “si alguno entra por Mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto”; “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”; “Yo les doy vida eterna y jamás perecerán”)

Los Falsos Pastores: Egoístas. Se sirven a sí mismos. (“El asalariado huye porque solo trabaja por el pago y no le importan las ovejas.”)
El Verdadero Pastor: Bueno, cariñoso y sacrificado. (“Yo soy el buen pastor; el buen pastor da Su vida por las ovejas”; “doy Mi vida por las ovejas”; “Les he mostrado muchas obras buenas que son del Padre”)

Los Falsos Pastores: Traen/promueven la división.
El Verdadero Pastor: Une al rebaño. (“Tengo otras ovejas que no son de este redil; a esas también Yo debo traerlas, y oirán Mi voz, y serán un rebaño con un solo pastor.”)

Los Falsos Pastores: Serán juzgados por Dios (Juan 10:34-38*).
El Verdadero Pastor: Él ha recibido sus ovejas del Padre, Él les da vida eterna. (“Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre.”; “el Padre está en Mí y Yo en el Padre”; “Yo les doy vida eterna y jamás perecerán”)

* Aquí Jesús cita el Salmo 82, donde en hebreo los líderes de Israel son llamados “dioses”. Pero estos dioses serán juzgados por el Dios Verdadero, que ocupará su lugar:

Yo dije: «Ustedes son dioses,
Y todos son hijos del Altísimo.
Sin embargo, como hombres morirán,
Y caerán como cualquiera de los príncipes».
¡Levántate, oh Dios, juzga la tierra!
Porque Tú posees todas las naciones.

Salmo 82:6-8

El Verdadero Pastor finalmente había llegado y estaba guiando a sus ovejas. No había nada que los falsos pastores pudieran hacer para detenerlo…

En esta serie meditaremos en el Evangelio de Juan, capítulo a capítulo.

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