Tal vez hay buenas personas en el mundo que creen que pueden decir (como el hombre en Lucas 18:18-23), “Bueno, yo he guardado los mandamientos. Yo honro a mis padres. Nunca he matado a nadie. No miento.”
Pero el décimo mandamiento va a terminar todo ese pensamiento ridículo. Al igual que el primer mandamiento, en vez de hablar acerca de las acciones, va a ir directo al corazón.
La verdad está en Jesús … y … el nueve hombre ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad. Por tanto, dejando a un lado la falsedad, hablen verdad cada cual con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. (de Efesios 4:1-25)
Las palabras son poderosas. Como dice Santiago – la lengua es un miembro pequeño, y sin embargo, se jacta de grandes cosas. ¡Pues qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego! (Santiago 3:5)
Pero, ¿cómo debemos decir la verdad? y ¿qué es una mentira? ¿Por qué es tan difícil a veces decir la verdad?
Hurtar, o robar, en el octavo mandamiento, significa tomar algo que no te pertenece, especialmente de una manera sigilosa (para que el dueño no es consciente en el momento). Esto incluye el robo de una persona (el secuestro).
Y así, ¿qué nos dice esto acerca de nuestros empleados? ¿Nuestro gobierno? ¿Nuestra economía? Y si es malo robar, ¿qué es lo opuesto? ¿Cómo debemos manejar las posesiones?
Hoy continuamos nuestro estudio en los Diez Mandamientos. Como en la semana pasada, tenemos un tema super-grande hoy. Es muy posible que no vas a tener tiempo en una clase a hablar de cada texto.
Como en muchos de los mandamientos, tenemos que recordar algunas cosas. Primero, ¿como podemos ayudar a la gente que lucha con pecados sexuales? ¿Cómo podemos señalar a la gente a la esperanza que tenemos en el Señor?
Pero también, en nuestro pecado, podemos ver la santidad y hermosura de Dios. Jesús es un novio fiel, y siempre es vale la pena pensar y regocijar en Él.
En español, es el mandamiento más corto. “No matarás”. Pero en realidad, es uno de los mandamientos más impactante, potente, difícil. ¿Por qué? Porque todo el mundo sabe (más o menos) que el asesinato es pecado. Pero en este mandamiento, cuando miramos a nosotros mismos, vemos la oscuridad de nuestros propios corazones. Preparate.
Hay un reto extra en los estudios 7 y 8, entonces van a tomar más tiempo. Tal vez si no tienes tiempo en tu clases, las personas pueden leer algunos versículos en casa. Pero vas a necesitar tiempo para hablar de algunas cosas.
Tengo que darte algunas de las “respuestas” de la página 2, #5. Dice: Hemos aprendido mucho sobre el sexto mandamiento. Pero ¿cómo se aplica todo esto a las siguientes situaciones?
Conducir tu coche
El Cuidado denuestra familia
El Aborto
El Suicidio
NuestraComunidad
Es bien importante recordar a todos que hay perdón – en el Evangelio de Jesucristo. No dejemos aquellas personas que están arrepentidos en la desesperación y sin esperanza.
Muy a menudo pensamos en el quinto mandamiento como algo para los niños – Bueno, niños y niñas, asegúrese de obedecer a sus padres!
Pero la realidad es algo mucho más profunda y seria. Primero, el mandamiento habla de nuestra relación con nuestro Dios Padre. Pero también, es el comienzo de los mandamientos de Dios en cuanto a la estructura de la comunidad – como la vida humana se organiza y cómo debemos relacionarnos con autoridad.
Por eso, en este estudio podemos pensar en nuestras familias, nuestro trabajo, y los gobiernos humanos.
Mira – hay muchas perspectivas diferentes entre los cristianos en relación con el día de reposo – el sábado/sabbat. ¿Es para la Iglesia de hoy? Qué significa eso? ¿Qué día de la semana debería ser?
Aquí está la teoría detrás de la lección de esta semana. Antes de que podamos pensar en cómo el día de reposo se aplica a nosotros, tenemos que entender lo que es. ¿Qué dice la Biblia acerca del día, y alrededor de “reposo” para el pueblo de Dios?
Si estás utilizando estas clases en grupo, asegúrate tener tiempo para un diálogo. Si vamos a obedecer la Palabra de Dios, ¿qué es la Palabra de Dios diciendo en realidad?
Cómo vamos a ver, por ejemplo en Nehemías y Ezequiel, hay algo único acerca de este mandamiento – no es sólo otro en la lista.
No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. Éxodo 20:7
¿Qué es el “Nombre” de Dios? Y ¿qué significa “tomar el nombre en vano?” ¿Es sólo hacer ciertos sonidos con la boca – la pronunciación de ciertas sílabas? ¿O es algo mucho más profundo?
Este estudio nos llevará a doce libros de la Biblia, ya que empezamos a aprender que los Diez Mandamientos son sólo el comienzo de algo mucho más grande.
Los dos primeros mandamientos eran como una base para todo lo demás. Como vamos a ver en las próximas semanas, el resto de los mandamientos son como “semillas”. Tienen una idea básica que es más importante de lo que parece. De hecho, podemos ver todas las leyes de la Biblia “en miniatura” en las Diez Palabras del Monte Sinaí.
Clave: Ciclos Vemos en Jueces del ciclo del pecado nacional y arrepentimiento (parcial). Como predijo Josué (Josué 23:12-13), Israel no expulsó a todos los cananeos, y así las naciones les llevó repetidamente a la idolatría (Éxodo 23:23).
Entonces el SEÑOR levantó jueces que los libraron de la mano de los que los saqueaban. Sin embargo no escucharon a sus jueces, porque se prostituyeron siguiendo a otros dioses, y se postraron ante ellos. Se apartaron pronto del camino en que sus padres habían andado en obediencia a los mandamientos del SEÑOR. No hicieron como sus padres.
Cuando el SEÑOR les levantaba jueces, el SEÑOR estaba con el juez y los libraba de mano de sus enemigos todos los días del juez. Porque el SEÑOR se compadecía por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían.
Pero cuando moría el juez, ellos volvían atrás y se corrompían aún más que sus padres, siguiendo a otros dioses, sirviéndoles e inclinándose ante ellos. No dejaban sus costumbres ni su camino obstinado.
Como aprendimos anteriormente, Josué y Jesús son el mismo nombre en hebreo. Hay un fascinante encuentro comenzando en Josué 5:13-15:
Cuando Josué estaba ya cerca de Jericó, levantó los ojos y vio que un hombre estaba frente a él con una espada desenvainada en la mano, y Josué fue hacia él y le dijo: “¿Es usted de los nuestros o de nuestros enemigos?”
“No,” respondió; “más bien yo vengo ahora como capitán del ejército del SEÑOR.” Y Josué se postró en tierra, le hizo reverencia, y dijo: “¿Qué tiene que decirle mi señor a su siervo?”
Entonces el capitán del ejército del SEÑOR dijo a Josué: “Quítate las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás es santo.”
Y así lo hizo Josué.
¿Quién es este hombre? ¡El capitán del ejército de Jehová! Y sin embargo, en su presencia Josué debe quitarse las sandalias. Este hombre es Jehová (Josué 6:2; Éxodo 3:4-6).
Creo que este es un encuentro entro los dos Josués – el capitán terrenal y el Capitán Celeste. El salvador terrenal y el Salvador Celeste.
Y así, mientras vemos el éxito de Josué, que era temporal y parcial, pensamos en el éxito eterna y completo de Jesús (Hebreos 4:8), que preservará a su pueblo en tiempos de prueba hasta que los trae a casa.