El Canon Bíblico: ¿Por qué estos libros y no otros?
Por definición, Dios es la autoridad más alta en el universo. Por extensión, su Palabra tiene que ser nuestra autoridad.
Por esa razón, la Biblia es única. No podemos juzgarla con una autoridad más alta, porque no hay.
Pero entonces, ¿cómo podemos “juzgar” qué libros deben estar en la Biblia? Esta es la pregunta del Canon Bíblico.
Pensamos en el canon como el “índice” de los libros que son inspirados por Dios.
Pues, ¿quién decide que libros están en este “índice”?
Nadie.
Mira, si Dios ha hablado – sus palabras son una parte del canon. No importe que pensamos. Si fuera un secreto, conocido solo por Dios, no importa. Todavía es un “canon” de sus palabras. El canon es un resultado natural de Escritura.
En otras palabras, no “hacemos” un libro una parte de la Biblia por ponerlo en el índice. No es nuestra decisión.
Bueno – entonces – ¿cómo sabemos que libros están en el canon?
Sabemos que los libros están en el Canon, porque el pueblo de Dios han reconocido (no elegido) la Palabra de Dios a través de miles de años.
¿Puedes ver la diferencia? La Iglesia no ha decidido que libros estarían en la Biblia. Pero sí reconocen que los libros son la Palabra de Dios. En otras palabras, la Iglesia es el siervo de la Palabra de Dios, no el maestro.
¿Qué hemos aprendido sobre el Canon en las últimas semanas?
- Los libros de la Biblia fueren normalmente aceptados casi de inmediato como Escritura por el pueblo de Dios.
- Los libros del Antiguo Testamento fueron aceptados por Jesús. Jesús probó que era La Verdad cuando Él resucitó.
- Jesús prometió que su pueblo se conocen su voz. (Juan 10:27 – “Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y Me siguen.”)
- Jesús envió a sus apóstoles, con la promesa que iban a hablar su verdad. Demostraron que eran enviados por Dios por los milagros que realizan (al igual que otros, como Moisés) (Lucas 21:12-15; Juan 14:25-26; Juan 16:13-15; Juan 17:14-18; Juan 20:21; Hebreos 2:1-4).
- Entonces, el pueblo de Dios no escogió el Canon, pero lo reconoció.
- Los libros en nuestras Biblias fueron reconocidos como la Palabra de Dios porque: Se les dio por / aprobados por los apóstoles y profetas (y por Jesús). Ellos son reconocidos como poderosa verdad. Ellos fueron usados por Dios para llevar a la gente a Jesucristo, y todavía transformar vidas hoy.
Pero – pero – ¡he oído que los libros de la Biblia fueron elegidos en el concilio de Nicea!
No es cierto – es un mito. De hecho, no tenemos evidencia que los en el Concilio de Nicea (en 325 aC) incluso hablaron de canon. El tema fue algo completamente diferente.
Ninguno de los primeros concilios decidió cuáles libros estarían en la Biblia. Cuando fueron discutidos, fue sólo para confirmar lo que ya se reconoció la Iglesia en general.
Pero, hay diferencias entre Biblias hoy en día, ¿no? ¿Por qué? Bueno, vamos a hablar de eso en una entrada futura.